Revista Espiritualidad

Cosmografia cervantina

Por Josep Pradas

Estamos en el capítulo XLI de la segunda parte del Quijote. Don Quijote y Sancho creen que montan un caballo de madera volador, Clavileño, a partir de un engaño montado por los duques, que les hacen pensar que surcan los cielos. Los dos llevan los ojos vendados, y por ello no advierten la burla. Los duques han preparado varias artimañas para hacerles creer que suben a gran altitud, y por ello Don Quijote va nombrando las diferentes esferas que rodean a la Tierra, hasta llegar a la esfera de la Luna. Cervantes no hace sino describir la cosmología vigente en su época, a principios del siglo XVII, de base ptolemaica y aristotélica. Esta segunda parte se publica en 1615, cuando ya desde 1543 se había comenzado a cuestionar el geocentrismo, con la publicación de la obra de Copérnico; pero la caída de la cosmología geocéntrica sólo se dio plenamente hasta finales del XVII, con la publicación del texto de Newton. Piénsese que Galileo fue juzgado y condenado en 1633, por sostener el movimiento de la Tierra alrededor del Sol. Cervantes reproduce aquí una cosmovisión que aún se mantiene vigente en la católica España de su tiempo. Seguidamente reproducimos un fragmento del mencionado capítulo XLI (versión del texto de la Biblioteca Virtual Cervantes).

COSMOGRAFIA CERVANTINA

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