En este pequeño apartamento de 40 m² vive alguien que tiene muy claro que lo suyo no es el blanco.
Tan claro, que solo se usa en paredes y techo, sanitarios del cuarto de baño y algunos textiles, el resto es todo negro o gris oscuro. Aún así, la vivienda, por la elección del color y el tamaño, no resulta agobiante, sino amplia y luminosa, gracias a que todo el espacio está abierto a excepción del cuarto de baño y se comparte la luz natural de los dos grandes ventanales.
La decoración resultante es moderna y cosmopolita, como da la sensación que sea la persona que vive ahí, con esa robusta mesa central de mezcla de sonido, el arte de las paredes o de nuevo, el haber optado por el negro.
Cabe destacar de este pequeño estudio el sistema de almacenaje construido a medida, toda una L de la gran habitación está cubierta de armarios negros de suelo a techo (incluida la parte inferior de la cama) donde su dueño dispone de abundante sitio para almacenar todas sus cosas.
Seguro que tanto negro os llama la atención ¿no? ¡Feliz miércoles!