Portada original de Plutonia
En 1915, el geólogo ruso Vladimir Afanasievich Obruchev (1863-1956) escribió una de las novelas soviéticas de ciencia-ficción más conocidas, Plutonia (publicada en 1924). Describe un mundo subterráneo con su propio sol llamado Plutón en honor al dios del inframundo y habitado por hombres y bestias primitivas, incluidos dinosaurios. ¿Qué decís? No, no. En honor al planeta no. El primer Plutón que existió fue este paraíso de los dinosaurios.
Utazás Plutóniába, képregény -cómic- de Zórád
Plutonia ha sido adaptada al cómic varias veces en el área soviética: en 1954, el húngaro Ernő Zórád (1911–2004) publicó su versión en viñetas en la revista Pajtás, y en 1987–1988, el checo Miloslav Havlíček realizó una nueva adaptación para Onhíček.
Plutonia, según Havlíček
Plutón fue descubierto y bautizado en 1930. Por supuesto, sus mentores negaron toda relación con la novela de Obruchev y confesaron haberse inspirado exclusivamente en la mitología clásica. Claaaro, haber reconocido debilidad por una novela de dinosaurios podría perdonarse... si no hubiera sido obra de pérfidos bolcheviques. En cualquier caso, la popularidad del planeta fue inmediata y hay quien apunta que el perro de Mickey, que debutó ese mismo año, pudo ser bautizado en su honor.
Seguramente, ser el planeta del Sistema Solar más lejano a la Tierra le ha otorgado ese carácter misterioso y recóndito que ha supuesto gran parte de su atractivo para los creadores de ficción.
El icthysaurio: es posible ser más patético que Barney, el tiranosaurio morado
Al Walker ideó el cómic Norge Benson (1941), que salva a Plutón de un «Icthysaurus tyrannosaurus giganticus» más ornitorrinco que dinosaurio.
En el relato breve Trans-plutonian (1951, en Marvel Science Stories), de Milton Lesser “Stephen Marlowe” (1928-2008) la atmósfera ralentiza su metabolismo.
En 1978 se descubrió un satélite de Plutón que fue bautizado con el apropiado nombre de Caronte (el barquero que llevaba a las almas de los muertos al Hades), aunque no estaba solo: en 2005 se descubrieron otros dos pequeños astros orbitando alrededor de Plutón, bautizados el siguiente año como Hidra y Nix.
Conforme a Charon’s Ark (1987) de Rick Gauger (1942), Caronte es un mundo hueco al que Plutón proporciona energía; ambos habrían sido creados por los extraterrestres para salvar a los dinosaurios.
Sin embargo, la popularidad de Plutón caería con el paso de los años, en particular desde que en 1992 se estimó que, en realidad, podía tratarse tan sólo de uno de los astros que forman parte del cinturón de Kuiper. Lo cierto es que en 2006 acabó retirándosele el status de planeta, pasando a ser considerado un “planeta enano”, como Ceres o Éris. Aunque ha tenido sus defensores, nunca volvió a ser el mismo.