¿También Cospedal sufre los síntomas de esposa idiota?
(El artículo humorístico que sigue es de Rocambol News. Según el mismo, los médicos creen que los contagios se producen por vía ministerial)
Dolores de Cospedal, al igual que la ministra Ana Mato o la Infanta Cristina, acaba de declarar que desconocía absolutamente los “negocios” de su marido con Jordi Pujol Ferrusola, hijo del expresidente de la Generalitat de Catalunya, delincuente fiscal y farsante profesional. “Lo juro por Pikachu”, ha dicho la secretaria general del Partido Popular para reafirmar su total ignorancia ante los asuntos de su marido. La Sociedad Españolade Neuropsiquiatría ha alertado a la Organización Mundialde la Saludpara que tome medidas ante esta nueva patología que ha llegado a afectar hasta a la propia ministra española de Sanidad.
Al parecer, la mayoría de estas esposas de corruptos han pasado a ser idiotas de la noche a la mañana, sin mostrar síntomas previos de amnesia o haber sufrido estados de inopia anteriormente. En todos los casos estudiados, la esposa del corrupto adquiere el síndrome a los pocos minutos de producirse la imputación de su esposo por asuntos de malversación, estafa, prevaricación y cohecho, además de otros catorce delitos de corrupción.
Se cree que el foco original de propagación de esta patología podría estar relacionado con el conocido “incidente del garaje”, en el que la ministra de Sanidad, Ana Mato, quedó terriblemente sorprendida al descubrir que el automóvil Jaguar que dormía habitualmente en el garaje de su vivienda no pertenecía al ratón Pérez sino a su propio marido. Pocos meses después, la misma ministra llegó a pensar que los diez mil kilos de confeti que se vertieron sobre el cumpleaños de su hijo cayeron directamente de las capas superiores de la atmósfera, sin pasar ni siquiera por la tienda.
También las afirmaciones de la Infanta Cristina, en el sentido de que el dinero para comprar el palacete de Pedralbes había salido de “debajo de unas piedras muy bonitas”, ha hecho pensar a los médicos que el síndrome de la esposa idiota podría estar agravándose espectacularmente.
El síndrome de la alcaldesa idiota y el presidente autonómico idiota podrían equipararse también a esta dolencia en cuanto Rita Barberá y Francisco Camps sean imputados por el caso Nóos, la visita del Papa a Valencia, los escándalos del arquitecto-faraón Santiago Calatrava o el timo de la Fórmula 1.