Hoy me gustaría compartir con todos vosotros la forma en que entiendo este concepto del CPI.
En general, “la influencia” no es una capacidad/habilidad ostentada solo por unos pocos, de hacer cambiar o de ejercer poder sobre el resto.
Para entenderla, quizás deberíamos poder empezar a estudiarla, medirla y cuantificarla, aunque fuera de forma aproximada, así como Google midió “la relevancia en la web” con su PageRank y a pesar de no ser exacta, consigue sus objetivos que son ordenar los resultados del modo más relevante.
Y es que la influencia es un concepto abstracto que no se puede representar por un valor binario de 0/1, porque o se tenga o no se tenga, es más bien un porcentaje, un grado que además siempre es distinto según en que entorno se mide, lo que la Wikipedia denomina Esfera de Influencia.
Para entendernos, “no tiene la misma influencia un ayatolá en el Islam, que en EEUU”. Por tanto, cada influencia debe venir unida a un entorno/esfera, bien sea físico o temático o una combinación de ambos. Aunque también puede existir de forma absoluta a nivel global, creo que es menos común y difícil para poder aprovecharla.
Por tanto pueden existir influencia a nivel nacional, provincial, metropolitano, de barrio, calle, portal, grupo de amigos, hermanos, familiar, de pareja, personal, etc etc, así como a nivel de la salud, ciencia, medicina, pediatría, neonatal, etc etc. Y todas y cada una de ellas tienen sus consecuencias, y esas consecuencias están ligadas en proporción y tamaño a cada uno de sus casos.
Partiendo de esta premisa y llevándola a Internet y a los blogs, que es de lo que me interesaba hablar, el coste por influencia es la unidad de medida que intenta aproximar algo tan abstracto e intangible, pero efectivo, como la influencia de los blogs y de los bloggers, obteniendo medidas cuantificadoras de la capacidad individual de influenciar en su esfera de influencia.
Por eso el coste por influencia dependerá de diversos factores, más fácilmente medibles en Internet gracias a que por su naturaleza todo queda registrado, y por tanto, si se hacen esfuerzos en ese sentido, no será solo una expresión bonita a la hora de vender la eficacia de aparecer en blogs, sino algo medible y por tanto cuantificable y valorable más objetivamente por cualquiera.
En ese sentido estamos y seguiremos trabajando en AdLemons para lograr medir la influencia y su coste, pero no solo la influencia en sí misma, sino también sus consecuencias y resultados, y no únicamente de forma cuantitativa (cantidad), sino también cualitativa (calidad).
La publicidad en Internet se empezó midiendo en impresiones (CPM), porque no había más.., llegó Google y popularizó la mediciones por Click (CPC), y otros intentaron ajustar más midiendo las acciones (CPA), pero cada medida se debería aplicar al entorno donde es lógico hacerlo y para lo que se ha creado, así como en España no usamos las yardas para indicar las distancias porque aquí nadie lo entendería y no nos sería útil, o como es absurdo medir las impresiones en redes sociales y los entornos actuales donde o no hay refresco de pantalla o las actualizaciones son tan repetitivas por su funcionamiento que no representan el valor que necesita conocer el anunciante.
De igual modo, no tiene sentido medir la publicidad de los blogs por páginas vistas, ni con clicks, puesto que su mayor valor para los anunciantes, no reside en las veces que los usuarios clican o los cambios de página o refrescos de pantalla que hacen, ya que muchos lo siguen vía feed, sino otros aspectos como en la estrecha relación de estos con el blogger (fidelización), el perfil avanzado de estos (heavy users y early adoters) y el especializado perfil de su audiencia (microsegmentación) que permiten que mediante patrocinio se impacte a quien se debe, generando influencia y creando marca de un modo efectivo, no posible en otros medios.
© 2007-2010 Miguel Angel Ivars Mas.com Algunos derechos reservados. Descubre AdLemons