De momento, las últimas revelaciones de WikiLeaks recogidas por los grandes diarios internacionales son cotilleos: corroboran informaciones ya conocidas, aunque ahora con más detalle, y ocultan lo que realmente importa, que en nuestro caso es todo lo que dicen sobre España, sin censura ni manipulación.
Varios periódicos internacionales, entre ellos “El País” le compraron a WikiLeaks la mayor filtración de la historia de EE.UU. con secretos de su política exterior.
Ahora ellos censurarán lo que deseen. En la primera entrega dicen que los diplomáticos de EE.UU. creen que Putin es autoritario y machista, descubren que Berlusconi hace fiestas salvajes, que Erdogán tiene tendencias islamistas, que los chinos son tramposos, Gadaffi se pone bótox y es hipocondríaco, y que debe aislarse a Chávez.
Los países árabes temen a Irán y prefieren declararle la guerra antes de que consiga la bomba atómica.
Que los diplomáticos informen a su país de lo que perciben donde están destinados es su trabajo. Todo embajador charla con políticos, empresarios y con la gente común, y después pasa informes cifrados.
“El País” anuncia revelaciones sobre España basadas en documentos que muestran el buen acceso de los diplomáticos de EE.UU. a personalidades del país.
Dicen, por ejemplo, que Zapatero es un izquierdista trasnochado, cabezón e ingenuo, cortoplacista y sin visión de política exterior. Pero eso lo sostienen numerosos políticos estadounidenses, y hasta lapones o mongoles, y quizás por eso Obama siempre rehuyó la conjunción interplanetaria que “astrologaba” Pajín.
El periódico advierte que por motivos de seguridad mutilará las confidencias que publicará próximamente, es decir, que las manipulará.
Teniendo en cuenta su ideología quizás no facilite nada muy relevante que afecte al Gobierno.
¿Aparecerá algo sobre cómo fue el 11M que le dio el poder a Z.?
Y que tiemble el PP si los diplomáticos americanos escribieron algo en su contra.