He de reconocer que siento debilidad por las casas reformadas con cierto aire rústico, me parece que poseen una atmósfera nostálgica y algo idílica, pero al mismo tiempo las viviendas urbanas me transmiten otras sensaciones totalmente opuestas, de hecho creo que incluso los objetos y muebles que las adornan no solo son diferentes si no que estan pensados para darnos otras sensaciones. Sin embargo, en esta pequeña granja he encontrado una curiosa mezcla de ambas. Rincones de lectura provistos de gran cantidad de material, mobiliario con cierto aire retro en consonancia con lineas blancas y rectas, mucha luz (que no me canso de ella) y multitud de objetos curiosos por toda la estancia.