En 1997, David Coverdale y su amigo Adrian Vandenverg vuelven a unir fuerzas para encontrarse en un nuevo y último disco en su época de Whitesnake, Restless Heart. Como viene a costumbre con el cantante, en esta ocasión vuelve a estructurar de nuevo al grupo, y además darle un nuevo lavado a su estilo musical. Restless Heart, suena a un álbum más intimo del cantante, dejándose la imagen que dio en los '80 para volver un poco más hacia sus raíces. El blues-rock enderezado de altos elementos de soul, en las primeras canciones del disco,y la verdad es que es una maravilla oír su voz en canciones como All in the name of love, o volviendo a temas muy rockeros como el que da nombre al disco Restless Heart, luciéndose a la guitarra el infalible Vandenverg. Pero en general, se demuestra en un disco muy pausado, yo creo que demasiado personal para llevar el nombre de la serpiente blanca. No fue el disco que muchos fans de la banda deseaban, mejor deseábamos, pero era una disco honesto, un disco hecho con corazón. Y sinceramente, es mucho mejor así que algo que sale premeditado para vender. Como yo siempre he dicho, solo plástico.
Revista Música
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