Concluida la décima jornada de Liga, pueden extraerse muchas conclusiones. Se ha rebasado la cuarta parte del campeonato y los amantes de las estadísticas comienzan a tirar de cifras.
Resulta curioso un dato que está pasando inadvertido. Cristiano Ronaldo ha disputado 1329 minutos, de los 1350 posibles. Es decir, solo se ha perdido 21 minutos de las tres competiciones que disputa el Real Madrid. Ha jugado los diez partidos de Liga completos, así como los cuatro de Champions. Se perdió esos 21 minutos del tramo final del partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, ante el Murcia.
El portugués es el estandarte del Real Madrid, el pichichi de la Liga, el hombre en el que Mourinho tiene depositada toda su confianza. Es la prolongación del técnico en el terreno de juego. Es el protegido. O quizá, no tanto.
Jugadores como Cristiano Ronaldo quieren jugar siempre. Son competitivos, no quieren descansar, siempre buscan un gol más. Quedó claro cuando puso endosarle el quinto al Rácing de Santander y se lamentó demasiado. Hay partidos buenos para ellos, en los que coger confianza, venirse arriba y contagiar el grupo.
Sin embargo, ¿es inmune a las rotaciones? Solo ha sido sustituido una vez. Los cambios son para Özil, Higuaín y Di María, sobre todo. O Pepe, cuando la cosa pinta mal. El estado de forma del 7 madridista es envidiable, pero ¿no hay que temer por su físico? ¿Aguantará este ritmo hasta mayo? ¿Creéis que Mourinho se equivoca al no darle descanso alguno?