Apreciados en todo el mundo por sus valores nutritivos y sus propiedades saludables, los arándanos rojos contienen materiales vegetales secundarios (flavonoides tanino) que disponen de una capacidad única: evitan que las bacterias se fijen a la membrana mucosa.
El efecto antiadherente de las proantocianidinas ó PAC (este es su nombre) hace que las bacterias E. Coli fluyan con la orina, evitando así inflamaciones en la vejiga o los riñones.
Utilizar estas bayas rojas como remedio casero para prevenir la cistitis ya no es un secreto. Además de las vías urinarias, los arándanos rojos también pueden proteger otras partes del cuerpo de infecciones bacterianas:
Pueden ser eficaces contra úlceras duodenales y úlceras gástricas al impedir la adherencia de la bacteria Helicobacter pylori.
En casos de diarrea, ya que poseen unos ácidos que cumplen una función antibacterial en el aparato digestivo.
Problemas de encías y caries, al poseer un componente llamado NDM que permite revertir e inhibir la congregación de ciertas bacterias orales responsables de la placa dental y la enfermedad periodontal.
Para prevenir problemas cardiovasculares, ya que ayudar a inhibir la acumulación de grasas en las arterias, una de las causas principales de enfermedades cardiovasculares.
Antienvejecimiento. Los arándanos rojos tienen una gran capacidad para combatir los radicales libres, causantes entre otros, del envejecimiento prematuro de la piel.
En el mercado, los arándanos rojos se pueden encontrar en diferentes presentaciones: frescos, congelados, desecados, en zumo, jalea o mermelada y hasta encapsulados en polvo.
Los arándanos rojos pueden aportar un toque de distinción en los platos más variados, desde ensaladas, pasta, salsas, verduras, postres, etc… dejad correr vuestra imaginación!!!Besos desde mi blog!!!!