Seguro que si os preguntaran
con qué famoso os iríais de cañas, diríais que con el gran Wyoming, George Clooney o con Michael Fassbender
(pilluelas, pillastres). Pero yo no. Me iría de cañas con Britney Spears.
Yo a Britney la respeto mazo.
Porque alguien que toca techo, toca suelo y vuelve a tocar techo siempre se
merece mi respeto. Se casó en Las Vegas y se divorció a las 24 horas, se
hizo amiga de juergas de Paris Hilton, enseñó las bragas, se rapó el pelo,
atacó a los paparazzi con un paraguas, actuó en una entrega de premios televisada a todo el mundo medio
fumada, le quitaron la custodia de sus hijos. Francamente, no sé a qué estamos
esperando para celebrar el día de Britney, dedicado a todas esas que un día
hicieron clic y se volvieron turulatas. El día de las crazy del pussy (porque
loca del coño suena algo vulgar) o, como diría Almodóvar, “vacas sin cencerro”.
Además, Britney es muy de caer
bien porque no es Miranda Kerr. Ella no sale a la calle embutida en su talla 34
perfectamente vestida y maquillada con su perfecto hijo en los brazos y sin
rastro de ojeras o manchas de potito que demuestren que ella es humana. Qué va.
Britney es más como cuando tú sales del gimnasio sudada y hecha un cuadro y vas
y te encuentras con tu ex novio. Es más, tú y yo solemos ir por la calle mejor
vestidas que Britney. A las pruebas me remito:
El street style de Britney Spears es el que tú llevas para bajar la basura.
Estar como un cencerro no es patrimonio de las celebrities sin infancia y con padres peleándose por su fortuna millonaria. Volverse toda loca también le puede pasar a alguien normal. Es más, a alguien inteligente, cultivado y dedicado a algo tan trabajoso como es ser astronauta. Es el caso de Kim Nowak, una astronauta que se enamoró de un compañero del Discovery. Que digo yo que se enamoraría platónicamente, porque si es difícil hacer el amor en un Simca 1000 más aún debe ser hacerlo en una nave espacial, con el traje de astronauta y con gravedad cero. El caso es que Kim volvió a tierra, se enteró de que su amado estaba casado y condujo 1500 kilómetros hasta la casa de la esposa para "hablar" con la susodicha. Eso sí, acompañada de un cuchillo y una pistola. La detuvieron y acabó en la cárcel. Si queréis saber más sobre la astronauta desatada, leedlo aquí, donde yo la descubrí.
Pero Britney y Kim son unas ex crazy
del pussy. Kim porque en la cárcel no tiene opción de ir a acosar a ningún astronauta. Y Britney porque tras su paso por la clínica de desintoxicación, el psicólogo, el
terapeuta y una ristra de juicios, ha recuperado su pelo, la custodia de sus
hijos y la salud mental. Una auténtica crazy del pussy no necesita un divorcio
traumático y una época de excesos para volverse turulata. La auténtica crazy
del pussy nace, no se hace.
Como ella:
Los arranques de furia de
Naomi Campbell son famosos en el mundo entero. Hagamos un repaso rápido y no
exhaustivo, porque si fuera exhaustivo necesitaría un post más largo que un artículo del Jotdown:
2000, un tribunal de Canadá obliga
a Naomi a pagar una importante indemnización a su ex asistente por dos
pequeños incidentes: le tiró un teléfono a la cabeza y a punto estuvo de arrojarla
de un coche en movimiento.
2005, Naomi propina un puñetazo
a una actriz italiana que osa llevar el mismo vestido que ella a una fiesta en
Roma.
2006 fue el año negro de la
Campbell. Agrede a su ama de llaves, que la lleva a juicio. Naomi intenta dar
pena al juez y, mientras inclina la cabeza a un lado (Zooey Deschanel style) y
pone ojitos, le dice que su mal carácter se debe al abandono de su padre cuando
era una niña. El juez no se conmueve y la condena a 5 días de servicio
comunitario.
Mismo año, Naomi tiene un
novio príncipe de Dubai que decide dejarla (¿por qué? No lo entiendo). Ella no
se lo toma muy bien y se presenta en su casa en el exclusivo barrio de
Belgravia a las 3 de la mañana, reclamando su ropa y sus pertenencias. Los
vecinos llaman a la policía que detienen a la top y recuperan sus cosas de la
casa del príncipe de Dubai.
Mismo año, una asistente personal, Amanda Brack, la demanda por insultarla, maltratarla y lanzarle una blackberry a la cabeza.
2008, Naomi se marca un Melendi en un vuelo de la British Airways. Insulta a la tripulación y al
personal de cabina y acaba siendo esposada y expulsada del avión mientras ella les acusa, a grito pelado, de racismo. Acaban prohibiéndole que vuele en British Airways durante 5 años.
Sí, eso que veis en un poncho de peluche rosa.
2013. Durante unos años parece que Naomi se calma. Por fin echa el lazo a un millonario, el ruso Vladimir Doronin, y está una temporada sin lanzar objetos contra asistentes personales/amas de llaves/empleadas varias. Hasta que el ruso la deja y empieza a salir con la modelo china Luo Zilin, protegida de Naomi en un reality de moda. La top llama a sus contactos y consigue que la agencia de modelos donde trabajaba Luo Zilin rescinda su contrato.
Y vosotros, lectores de mis entretelas, ¿conocéis a alguna auténtica loca del coño, perdón, crazy del pussy?, ¿cuántas semanas tardará Naomi Campbell en lanzarle un móvil a la cabeza de su nueva asistenta personal?, ¿salís a comprar el pan vestidas como Britney?
Last, but not least, he vuelto a colaborar con Glup-glup. Si os apetece echar un vistazo a una lista (poco rigurosa y totalmente subjetiva) de películas de Navidad poco navideñas, clic aquí.