
Desde la seguridad (coches abiertos en el parking, tiendas desvalijadas, carteristas) a la limpieza (los baños, insuficientes, no se limpiaron en los tres días y al primero ya estaban impracticables), pasando por las duchas (poquísimas pero muy entretenidas) o buses lanzadera (lo de 'uno cada media hora' sonaba muy bien sobre el papel), no estuvieron a la altura de la marca Creamfields. Y no porque lo diga el que esto escribe, que se quedó en la zona de acampada los tres días que estuvo abierta y sufrió la falta total de limpieza, seguridad y acondicionamiento de ésta, sino porque la propia organización sabe que algo no hizo bien y hace planes de enmienda en su nota de prensa de presentación.Por lo tanto, a falta de nombres que conformen el lineup, mejoras y 24 horas de música entre los dos días son por ahora los ganchos de una nueva edición de Creamfields Andalucía cuyos abonos ya están a la venta a un precio promocional de 50 euros.