Revista Salud y Bienestar
Un equipo de investigadores del Instituto Karolinska (Suecia) ha logrado implantar en el esófago de ratas un tejido sintético que reemplaza por completo el esófago y que es capaz de soportar el estrés mecánico de este tipo de conducto por el que pasa la comida.
El nuevo injerto creado mediante bioingeniería supone un gran avance para los pacientes que se someten a cirugías para eliminar partes del esófago alteradas por cáncer, traumas o defectos de nacimiento. Gracias a este esófago sintético, no sería necesario utilizar tejido del propio paciente, por lo que no se producirían las complicaciones actuales de pérdida de peso e incluso de mortalidad.
Para conseguir el esófago artificial, los investigadores extrajeron un trozo de esófago de una rata donante; eliminaron las células de esta sección, creando un andamiaje biocompatible que retenía las propiedades mecánicas y bioactivas del órgano. A esta estructura hueca le fueron implantadas células madre mesenquimatosas. A las tres semanas el nuevo tejido se había desarrollado y reemplazó el 20% del esófago de la rata, correspondiente a la zona cervical.
“El injerto funcionó mejor de lo esperado. Una complicación típica de la cirugía de esófago es la aparición de fugas o estenosis y no vimos ninguna al usar este método”, afirma Paolo Macchiarini, líder del estudio.
El trabajo, publicado en la revista Nature Communications, demuestra que los roedores no mostraron signos de dolor, deterioro de salud o rechazo del órgano, por lo que servirá de guía para investigar la viabilidad de utilizar este método en animales más grandes e incluso en humanosFuente