«El pedo es como la nube que va volando/ y por donde pasa va fumigando/ el pedo es vida, el pedo es muerte,/ y tiene algo que nos divierte», escribió don Francisco de Quevedo en un poema humorístico. El normalmente breve aliento de la ventosidad a veces va acompañado de un inconveniente aroma. Y solo a veces, porque el 99 por ciento del volumen de un pedo está compuesto por gases inodoros, como oxígeno, nitrógeno, dióxido de carbono, hidrógeno y metano. Sin embargo, en el intestino se producen también una serie de derivados del azufre, como sulfuro de hidrógeno, metil mercaptano o dimetil disulfuro, que son altamente fétidos.
Con vistas a evitar situaciones sociales incómodas, sobre todo para disfrute de personas que padecen de flatulencia, la compañía británica Shreddies ha creado una línea de prendas de ropa interior y de pantalones capaces de contener el molesto aroma de los pedos. El secreto está en un tejido de carbono activado situado entre capas de tejido convencional.
«Las prendas filtradoras de flatulencia de Shreddies disponen de un panel de carbono activado que absorbe todos los olores de las flatulencias», asegura la compañía en su página web. «Gracias a su naturaleza altamente porosa, los vapores de los olores se quedan atrapados y neutralizados por la ropa, que se reactiva sencillamente lavando la prenda».
El objetivo de estas prendas es fundamentalmente «aumentar la protección y dar más libertad al entrar en situaciones sociales», puesto que el aroma de las ventosidades queda enmascarado gracias al entramado de los tejidos.Son fantásticos deteniendo el olor de los pedos. Los probé varias veces en casa, alrededor de la familia, y nadie reaccionó», escribió un usuario de Amazon hablando sobre este producto. «Quiero expresarles mi gratitud. Gracias a este producto puedo ir a restaurantes, cines y fiestas sin miedo», escribió otro usuario, según muestra la compañía.
La eficacia de las prendas fue defendida en la 86ª convocatoria de la «Textile Institute World Conference», donde investigadores de la Universidad de De Montfort (Reino Unido) aseguraron que el tejido es capaz de «eliminar el sulfuro de hidrógeno y el metil mercaptano con tanta eficacia que puede filtrar olores 200 veces más fuertes que la emisión media de una flatulencia». Además, estas prendas funcionan durante dos a tres años si se usan correctamente.
La compañía especifica que, para que estas prendas contengan el olor, las personas deben sentarse y permanecer de pie de una forma determinada, evitando crear huecos por los que pueda escaparse el gas, y tratar de que la salida de la ventosidad sea progresiva.
Aparte de la ropa interior, la compañía ofrece ahora pantalones vaqueros y pantalones de pijama que son una solución permanente para «los problemas de flatulencia causados por el síndrome del colón irritable, gastritis, enfermedad de Crohn, dispepsia, colitis e intolerancias alimentarias». Como protección extra, también venden almohadillas de carbono activado para usar en el puesto de trabajo o en el automóvil.
También pueden disfrutar esta prenda cualquier individuo ya que, por término medio, una persona sana se pee 14 veces al día. Dependiendo del aire que haya ingerido, de la naturaleza de la microbiota intestinal y de su alimentación, la composición de de cada ventosidad resultará más o menos pestilente.
Los interesados deberán pagar alrededor de 112 euros por un pantalón o unos 140 por un pack de cinco calzoncillos.