Durante la primera mitad del siglo XX, Elsa Schiaparelli fue uno de los grandes nombres del mundo de la moda, tan conocida como Coco Chanel (con quien por cierto, no se llevaba muy bien). Sin embargo, tras la Segunda Guerra Mundial el taller parisino de esta diseñadora fue acumulando problemas económicos, hasta que en 1954 su cierre fue inevitable.
Pero parece que este año el espíritu de Elsa Schiaparelli revive. Primero fueron museos como el Metropolitan de Nueva York , donde se le rindió homenaje a través de una exposición la pasada primavera; y ahora la firma Schiaparelli vuelve a salir a las pasarelas gracias al presidente de la marca Tod’s, quien adquirió todos los derechos de la firma. A día de hoy sólo falta decidir quién será el director creativo de Schiaparelli, pero es una incógnita que se resolverá en los próximos meses.
Al margen de estos detalles, la figura de Elsa Schiaparelli bien merece un breve recorrido. Procedente de una familia italiana acomodada, su vida estuvo marcada por los círculos intelectuales y artísticos, y eso se reflejó en sus creaciones. Comenzó su carrera a mediados de los años 20, y entre sus primeros éxitos se encontraron los jerseys. Eran jerseys de aire deportivo y líneas sencillas, que se tricotaban en Armenia con un tejido que daba la sensación de ser tweed.
Pero fue a partir de los años 30 cuando su carrera despegó. Creó su propio perfume (cosa que hoy en día hacen todos los diseñadores, pero que entonces no era nada común), y sobre todo trabó amistad con muchos artistas, destacando los surrealistas, lo que afectó a su creación.
Especialmente la influyó Dalí, inspirando vestidos como el de la langosta, o llenando sus creaciones con insectos y animales. Empezó a interesarse por la creación de sombreros y tocados, y creó el conocido sombrero-zapato.
Tras la guerra, se centró sobre todo en el diseño de estos tocados y también de joyas y gafas, pero las condiciones económicas provocaron el cierre de su negocio.
Schiaparelli era uno de esos claros casos en los que arte y moda van de la mano: era una artista que usaba telas en lugar de lienzos. Esperemos volver a recuperar el espíritu de esta diseñadora con el renacimiento de la firma.
Y hablando de los grandes de la moda, hace dos días, por desgracia, nos dejó Manuel Mota, uno de los grandes diseñadores españoles de los últimos tiempos. Siempre nos quedarán sus maravillosas creaciones. Descanse en paz.