Aunque a algunos les parece demasiado, la fórmula de una pared de ladrillo visto sin tratar en absoluto, para llamar la atención en decoración, es cada vez más demandada.
Es cierto que el trozo de pared del salón de este piso de ladrillo, no es del ladrillo más bonito del mercado y algunos tienen muchas imperfecciones, pero esa es la gracia, permite crear ese contraste de ‘crudo’ o en construcción y sin rematar, frente a lo nuevo y bien acabado.
A mi me encanta verlo, pienso que es muy estético en ambientes con toques rústicos y vintage, pero reconozco que en mi casa no lo tendría, odio el polvo y no se porqué tengo la sensación de que lo agarraría todo y sería complicado de limpiar. Aún así, insisto, el contraste es muy chulo, lo mismo que cuando se ven sistemas metálicos de ventilación, etc. elementos de estructura de los edificios que terminan formando parte de la estética. ¡Feliz martes y feliz lotería! :)






















Vía: Alvhem
