Siguiendo con la saga para cumplir los buenos propósitos de una vez por todas, necesitarás crear un plan para estar focalizado y de este modo evitar distraerte en el camino.
La semana pasada escribí acerca de cinco claves para cumplir con tus buenos propósitos, y en este post me voy a centrar en uno de esos aspectos, que es el plan de acción.
Todas las personas tenemos sueños, ideas, deseos, objetivos que queremos alcanzar porque conseguirlos nos aportarán a nuestras vidas motivación, ilusión, ganas y energía pero para llegar a esto, será necesario superar los obstáculos que se presentan en camino, que es donde la mayoría de las personas quedan atrapadas.
Muchas una vez atrapadas en el camino, optan por abandonar, echar culpas y maldecir a la mala suerte, pero si tendrían un plan claro en sintonía con su ESENCIA, comprometidos con el objetivo y pedirían ayuda, seguramente saldrían del atasco.
Si quieres alcanzar tus objetivos deberás crear un plan de acción claro y una vez hecho esto, deberás estar FOCALIZADO y centrado en cada etapa de proceso.
Y esto de estar focalizado significa que deberás apartar de tu mente el resultado final y centrarte puramente en la etapa en la que te encuentras.
Cuando una persona no tiene un plan claro y está más pendiente del resultado final que de estar centrado en la etapa que toca; comienzan las dispersiones, la falta de confianza, distraerse fácilmente con temas insignificantes y esto lleva a alejarse del foco.
Y la consecuencia de esto, es que cuando te das cuenta de ello retomar el camino deseado se convierte en algo casi imposible porque no sabes cómo hacerlo y de que manera. A parte de comenzar con los reproches, los cuales derivan en pérdida de tu autoestima.
Las razones por las que cuesta estar FOCALIZADO son varias, pero la que considero más común, es que muchas veces los objetivos trazados no están en sintonía con los valores, porque ¡todavía no saben cuáles son sus valores!!!.
Cuando te traces una meta lo primero que debes preguntarte: ¿este objetivo honrará mis valores? y ¿qué beneficio-crecimiento aportará a mi vida?.
Si tu respuesta es clara y convincente, comprometerte con el objetivo no te costará nada, además te aportará motivación y utilizarás la energía para llegar a la meta.
Pero si no tienes claridad a la hora de responderte, el compromiso que tendrás con ese objetivo será como un barco de papel en el agua, es decir, ante la primera ola se hundirá.
Si tienes alineado el objetivo con tus valores, será vital que crees y escribas un PLAN para no perder el FOCO.
Un gran error que cometen las personas es decir que al plan lo tienen en su cabeza.
Y esto es un error porque debes tener en cuenta que ahí se aloja a tiempo completo los 365 días del año tu saboteador, el cual tiene acceso permanente a tus ideas y planes, así que puede constantemente ir minando tu plan y poniéndote lagunas para que te olvides de detalles, pasos y elementos importantes.
Un PLAN debe ser creado, ideado y escrito por ti;
SI, debes escribirlo porque esta es la mejor forma de anclarlo.
Un PLAN será tu guía en el camino y el revisarlo cada cierto tiempo te permitirá evaluar cómo va tu marcha, si estás FOCALIZADO, cuánto te has descentrado, en qué etapa te encuentras y además podrás ver si hace falta modificaciones para hacerlo mejor.
¿Un PLAN puede modificarse?, ¡claro que si!, pero lo que no se modifica nunca es su ESENCIA porque sino se pierde el sentido del mismo.
Un PLAN te ayuda a ponerte en marcha, es una arma perfecta contra tu saboteador y además sirve como un muy buen respaldo emocional.
Si quieres estar alcanzar tus objetivos, deberás estar FOCALIZADO y para eso te hará falta crear un PLAN claro y convincente.