Mientras más rígido es un sistema menos creatividad genera. El sistema sanitario español es una estructura compleja que emplea miles de profesionales y consume una gran cantidad de recursos. Tiene virtudes y defectos, una de sus características es la rigidez. Eso explica su enorme inercia y su pobre capacidad de cambio o adaptación. Como ejemplo vemos en la prensa esta semana las sobrecargas de hospitales y centros de salud al llegar la epidemia de gripe y enfermedades invernales. Se produce un pico de demanda todos los años que ningún gerente, gestor sanitario ó político haya podido preveer y corregir jamás. No pueden, pese a que saben que va a ocurrir. No es un tema de conocimiento ni de experiencia es un problema de falta de creatividad, no hay nadie que se atreva a proponer soluciones que se salgan del status quo.
Esto es lo que matará el sistema sanitario público, no los recortes ni la política económica ni otras razones que hayan escuchado.
