A menudo se suele referir a los diseños sorprendentes como «muy creativos e innovadores», pero muchas ideas creativas no desembocan en innovaciones.
Innovar implica mucho más que ser creativo. La creatividad es solo una parte del proceso de innovación. Para Peter Druker, la innovación es un «cambio en el ambiente social o económico, un cambio en el comportamiento de los usuarios». (Druker, 1985). La innovación es un constructo social en el que participan diversos actores, y que se presenta en distintas fases, para lograr modificar los hábitos de las personas. Sea una innovación con fines comerciales o sociales, en la construcción e implementación de un proceso de innovación intervienen personas de variadas disciplinas e intereses: diseñadores, gerentes de recursos humanos, alta dirección, personal de producción, financieros, expertos contables y todas aquellas personas y organizaciones internas y externas cuya actuación resulta clave para crear, diseñar, producir, distribuir, mercadear y evaluar la innovación.
Para desarrollar una innovación, es necesaria la detección de brechas de oportunidad. En este subproceso debe considerarse la búsqueda de oportunidades adecuadas para nuevos productos, procesos y servicios, para mejorar los existentes o crear los necesarios. También es importante diseñar innovaciones que sean percibidas como valiosas, útiles y deseables.
Para la alta dirección en las organizaciones, es de gran utilidad reconocer la importancia de los diseñadores en el proceso de desarrollo de productos, con miras a que estos sean innovadores. Otro aspecto fundamental para la innovación es identificar, contratar, capacitar y conservar a los mejores profesionales.
En ocasiones, la brecha de oportunidad para la innovación se encuentra de manera casual, como fue el caso del desarrollo del velcro. Esa cinta está conformada por pequeños ganchos que se atoran en la otra parte de la cinta. Su inventor, el ingeniero suizo Georges de Mestral, ideó este producto porque acostumbraba realizar largas caminatas por el campo y con frecuencia tenía que quitarse de los pantalones pequeñas ramas que se enganchaban a la fibra de la mezclilla. Al colocarlas al microscopio, observó que se adherían gracias a los minúsculos ganchitos de la hojarasca. El momento de eureka fue relativamente corto, pero el inventor tardó décadas en obtener una máquina capaz de fabricar el velcro, pues no existía la tecnología necesaria para crearla. Por ello, esta innovación tan útil hoy, tardó varios años en comercializarse. La innovación no acaba en una genial idea, por el contrario, las buenas ideas son apenas el principio de la innovación y, como es de suponer, exige un innovador con perfil perseverante y emprendedor.
En síntesis:
Creatividad es la generación de nuevas ideas, así como nuevas formas de mirar problemas existentes, o de encontrar nuevas oportunidades, explotando tecnologías emergentes o cambios en el mercado.
Innovación es la explotación exitosa de nuevas ideas. El proceso que trae consigo nuevos productos, servicios, nuevas formas de dirigir los negocios e incluso nuevas formas de hacer negocios.
El diseño, de acuerdo con Briggitte Borja de Mozota, es el puente que conecta la creatividad con la innovación. Formula ideas que se convierten en propuestas prácticas y atractivas para usuarios y clientes. El diseño puede ser descripto como la creatividad desplegada para un fin específico.
Artículo de Greta Sanchez para Foro Alfa
Fuente | Creatividad versus Innovación
Alejo Bergmann Seguir a @AlejoBergmann )