No es casualidad que en este blog abunden las películas de los años 50 ya que es una década muy especial para los fans de la serie B. Uno de los directores que más dieron que hablar en esos años fue Jack Arnold y ello gracias a títulos como Tarántula o El Increible Hombre Menguante aunque yo, personalmente, siempre lo recordaré por el que hoy nos ocupa.
Los integrantes de una expedición científica en el Amazonas encuentran indicios de la existencia de un animal hasta la fecha desconocido por lo que deciden internarse en una zona, prácticamente inexplorada, en busca de su existencia pero ninguno puede imaginar los peligros que allí les esperan...
Antes de empezar, una aclaración. Como podéis ver en el título de la entrada, he escrito el nombre de la película en inglés. La razón es muy sencilla: me niego a utilizar el nombre que se le dió en España. Todos conocemos ya como se las gastan los que se dedican a traducir los títulos de las películas y, de siempre, una de las traducciones más sangrantes que he visto es la referente a esta película. Por si no lo sabéis, aquí se le adjudicó el infame nombre de La Mujer y el Monstruo, convirtiéndose en uno más de los títulos que, pasándose el original por el arco del triunfo, te dan más información del argumento de la esperada. Así que yo le hago boicot a esa porquería de título y siempre uso la traducción literal o el título original.
El monstruo de la Laguna Negra es el último de los monstruos clásicos de la Universal, el único nacido en los años cincuenta. Creature from the Black Lagoon fue la película que inauguró una serie de tres, continuada en 1955 por Revenge of the Creature y en 1956 por The Creature Walks Among Us.
La inspiración para hacer esta película vino por una leyenda mexicana que habla de la existencia en el Amazonas de una criatura mitad hombre mitad pez, pero si yo tuviera que resumir en pocas palabras el argumento de la cinta de Jack Arnold, diría que es un King Kong acuático ya que el esquema es, en esencia, el mismo: un grupo de exploradores que se topa con una criatura extraordinaria la cual se obsesiona con la única componente femenina de la expedición. La diferencia, en este caso, la marca el diseño de la criatura, que es espectacular. Qué fácil es hacer maravillas hoy en día con la tecnología que tenemos a nuestro alcance pero hacer un diseño de monstruo tan bien hecho en plena década de los años 50 es digno de admiración. Y la cuestión es que no pasa como en muchas otras monster movies en las que casi siempre vemos al monstruo de refilón y las pocas veces que lo vemos en condiciones dan ganas de llorar de lo mal hecho que está. Aquí vemos al monstruo a la perfección y queda claro que los encargados de crearlo hicieron un excelente trabajo. Lo que está claro es que, aunque siempre se ha considerado esta cinta como de serie B, está a años luz de muchas otras del mismo palo porque dudo mucho que se pudiera haber hecho una criatura tan notable con presupuestos tan limitados como los que suele manejar, por ejemplo, Roger Corman. Y eso sin olvidar las escenas acuáticas, las mejores de la película, en mi opinión.Como dato curioso, fueron dos los actores que dieron vida al monstruo, por un lado estaba Ricou Browning, quien se encargaba de las escenas acuáticas y por otro Ben Chapman, a quien debemos las escenas en tierra firme
La película es un must see obligatorio para cualquier amante del terror clásico de la Universal aunque se la recomiendo a todo aquel que disfrute con el cine de ciencia ficción y terror porque la caracterización del monstruo está a la altura de las que vemos en muchas cines más actuales (y con más medios)