El número de familias que responde a la solicitud de donar los órganos tras la muerte de un familiar ha aumentado en los primeros cinco meses del año, lo que supone un cambio de tendencia después de que en 2010 se registrara un repunte de las negativas familiares.
Además, a fecha 15 de mayo, los donantes han aumentado en un 8,5% (con un total de 705) y los trasplantes en un 12% (hasta alcanzar los 1.531), en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Las comunidades en las que más han aumentado las donaciones han sido Murcia, Extremadura, Cantabria y Asturias, aunque en números absolutos las regiones con mayor actividad en trasplantes son Madrid, Cataluña y Andalucía.
La donación en vivo también ha aumentado de forma significativa entre enero y mayo, en concreto un 10,4%, con un total de 106 trasplantes (95 de riñón y 11 de hígado).
Así lo puso de manifiesto el director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, en rueda de prensa junto al secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, y el presidente de Alcer, Alejandro Toledo, con motivo de la celebración del Día Nacional del Donante de órganos, que este año se dedica a las familias.
En los cinco primeros meses del año, las negativas familiares han descendido en 3,5 puntos hasta situarse en el 15,5%, en la línea de las recomendaciones de la ONT para mejorar la comunicación con las familias recogidas en La Guía de buenas prácticas en la donación de órganos.
De consolidarse estos datos a finales de año, se alcanzaría el mínimo de negativas familiares en la historia de los trasplantes en España, destacó Matesanz, quien señaló que ese dato, “tremendamente positivo”, demuestra que la solidaridad sigue creciendo.
Según los datos de la ONT, entre 1991 y 2010 un total de 27.295 familias han donado órganos en nuestro país. De ellos, 25.564 (93,6%) han sido donaciones de cadáver, y 1.731 (6,3%) donantes de vivo, una modalidad que en los últimos años ha crecido “de forma considerable”, asegura Martínez Olmos.
Estas donaciones han permitido mejorar o salvar la vida de alrededor de 70.000 personas.
Así, de cada 100 familias a las que en España se les solicita la donación de órganos tras la muerte de un familiar, más del 80% “dice sí”, asegura Martínez Olmos, quien ha considerado que “donar es un derecho que pueden y deben ejercer todas las familias, que alivia no solo su sufrimiento, sino también el de otras muchas personas que esperan un trasplante”.
En los últimos 4 años, la generosidad de las familias se ha extendido también a la donación de vivo. Su contribución ha sido decisiva para incrementar los trasplantes renales de vivo así como los hepáticos.
La donación de vivo está protagonizada en un 98% de los casos por los familiares de los pacientes, según el registro de donantes de la ONT. Estos datos ponen de relieve que el fomento del programa de la donación en vivo “está funcionando adecuadamente”, dice Matesanz.
El trasplante renal cruzado, una de las modalidades de donante vivo que la ONT está potenciando, también se está consolidando. Ya se han realizado cuatro trasplantes cruzados y uno de ellos ha sido el primer trasplante en cadena con donante anónimo.
Estas nuevas formas de donación han beneficiado en total a 9 pacientes, lo que representa un 15% de las primeras 62 parejas donante/receptor apuntadas al programa, a las que hay que sumar otros 6 pacientes que se trasplantaron de donante fallecido. En la actualidad, el número de candidatos a convertirse en donante buen samaritano es de 52.
La lista de espera para recibir un trasplante se mantiene estable, así como el tiempo de espera. A día de hoy, hay 5.860 personas pendientes de un órgano, de las que 4.500 son enfermos renales.