"Cuanto más permanezca Nicolás Maduro en el poder, más profunda será la miseria de los venezolanos". Así se pronunció el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, luego de un encuentro con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, en Washington. Horas después de la reunión que mantuvieron los funcionarios, la periodista venezolana Mariana Reyes denunció que cerca de 40 militares rusos llegaron este martes a Canaima vestidos con uniformes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Los uniformados "aterrizaron en la pista que sirve de entrada al parque nacional" de Canaima, ubicado en el estado venezolano de Bolívar, indicó la periodista en su cuenta de Twitter.
La comitiva enviada por Moscú arribó a Venezuela a bordo de un avión Shaanxi Y-8, una nave de transporte mediano fabricada por la compañía china Shaanxi Aircraft, que tomó como modelo el Antonov An-12 soviético.
Los militares rusos transportaron equipos microondas, antenas satelitales, inhibidores de señal, entre otros.
"Las autoridades le dicen a la población que el contingente viene a hacer un estudio del espacio aéreo, debido a que el estado venezolano no cuenta con la tecnología para enfrentar la amenaza que representa 'el despliegue de drones americanos' al sur del país", indicó Reyes.
"Hay preocupación y nerviosismo entre los pobladores porque no tienen claro a qué se debe la presencia rusa y se han enfrentado a la prohibición de tomar fotos y videos", agregó.
De acuerdo a lo informado por la periodista, las autoridades les aseguraron a los pobladores que esta incursión rusa "contribuirá a la reactivación de la actividad turística en el parque".
Asimismo, les adelantaron que este miércoles habría una asamblea en la que el almirante William Miguel Serantes Pinto, Jefe de la REDI Guayana, explicará y dará detalles de la llegada de militares rusos al Parque Nacional de Canaima.
Nicolás Maduro-Vladimir Putin, una alianza estratégica
Además del apoyo del Ejército venezolano, uno de los principales motivos por los que el dictador Nicolás Maduro se mantiene en el poder es el respaldo que recibe, principalmente, de Rusia y China. Esto, incluso, a pesar de las enormes deudas que Caracas tiene con Moscú y Beijing.
Pero nada de eso es gratis. Tanto Rusia como China saben que cuentan con la enorme reserva de petróleo que tiene Venezuela -la más grande probada del mundo- como garantía. Por ese motivo, Rosneft, la gigante petrolera rusa, salió al rescate del régimen chavista para ayudarle a hacer frente a las sanciones impuestas contra sus funcionarios y empresas que operan con Petróleos de Venezuela (PDVSA). Además, los acuerdos firmados también les permiten a rusos y chino ingresar su tecnología y personal en las abandonadas refinerías que tiene PDVSA. Es decir, serán los encargados de recuperarlas.
Pero la estrecha cooperación no termina allí. El Kremlin también colabora, por ahora, económica y militarmente.
El mes pasado llegó a Venezuela un avión ruso con cientos de millones de dólares en efectivo. Según datos revisados por Bloomberg de ImportGenius, entre mayo de 2018 hasta abril de 2019, se despachó un total de 315 millones entre dólares y euros en seis envíos separados de Moscú a Caracas. Ese efectivo proviene de prestamistas administrados por los gobiernos de los países y su destino fue el banco de desarrollo de Venezuela, según los registros. No obstante, las colaboraciones económicas de Rusia a Venezuela se estiman en miles de millones.
Por su parte, la cooperación militar es cada vez mayor, y ya recibió decenas de denuncias por parte de diferentes países y organismos internacionales, como la Organización de Estados Americanos (OEA).
El pasado mes de septiembre el Kremlin envió un nuevo contingente de expertos militares rusos al país caribeño. La agencia de noticias rusa Interfax indicó que la comitiva había sido enviada para ayudar en tareas de mantenimiento de equipos de tecnología militar provistos por Moscú en los últimos años a la dictadura venezolana.
Venezuela es el mayor comprador de equipo militar ruso en América y en marzo, en medio de una escalada de tensiones con Colombia y Estados Unidos, puso en operacionessus baterías de misiles antiaéreos S-300VM, uno de los sistemas de armas más avanzados en la región y recibidos en 2013. El país sudamericano también opera otros sistemas de armas de origen ruso en sus fuerzas armadas, desde los cazabombarderos Su-30MK2 hasta los tanques T-72B1 y los fusiles de asalto Ak-103, pasando también por los lanzamisiles BUK-M2E, Igla-S y Pechora-2M, además de transportes de tropas y helicópteros.
La llegada de militares rusos a Venezuela creció exponencialmente en los últimos meses, pero sobre todo después de marzo, en medio de la creciente presión internacional contra Maduro tras la proclamación de Juan Guaidó como presidente interino. Esa intervención quedó expuesta ante el mundo, por lo que Moscú debió reconocer su cooperación militar con el régimen chavista.
La portavoz del Ministerio de Exteriores, Maria Zajarova, reconoció en marzo que las fuerzas rusas permanecerá en Venezuela "el tiempo que sea necesario". El embajador ruso en Caracas, Vladimir Zaiomski, en tanto, aseguró en mayo que los uniformados rusos que están en el país son "especialistas para formar a nuestros colegas venezolanos a mantener su material militar disponible y, al mismo tiempo, les enseñan la mejor manera de utilizarlo".
Cuando para muchos su caída era cuestión de días, pareciera que Maduro empezará el 2020 en el Palacio Miraflores, mientras los venezolanos siguen padeciendo la grave crisis humanitaria. El dictador venezolano sabe que eso, en gran parte, es gracias al oxígeno que proviene desde la fría Rusia.