Norelys Morales Aguilera.- Se ha informado que el hombre que mató a seis personas en un centro comercial de Tucson el 8 de enero, iba armado con una pistola Glock. Según el The Huffington Post, Greg Wolff, un propietario de dos tiendas de armas de Arizona, dijo a su manager que debían prepararse para una estampida de clientes nuevos.
Así sucedió. El articulista lo califica como “un cinismo implacable, que está royendo e impregna nuestra existencia y nos envía, sollozando, en posición fetal” .
El morbo humano llega a límites infinitos, afirma Informativos Telecinco. Es difícil una calificación de la percepción del consumidor norteamericano. Alucinante podría ser también, pero el hecho es que después de la masacre en Tucson, fueron vendidas más pistolas del modelo usado en la matanza.
Los compradores de armas han preferido la Glock, utilizada por Jared Lee Loughner, quien enfrenta cargos.
Hubo un aumento de las ventas a nivel nacional en alrededor de 5 por ciento, correspondientes 7,906 armas de fuego. En Ohio subió de 65 por ciento a 395%, el 16 por ciento a 672% en California, el 38 por ciento a 348% en Illinois, y del 33 por ciento a 206% en Nueva York, según datos del FBI.
El día del atentado, el 10 de enero, las ventas de armas de fuego en Arizona pasaron de un 60% a 263% en comparación con 164% correspondiente al lunes del año anterior, el segundo aumento más grande de todos los estados en el país, según datos de la Oficina Federal de Investigación.
Este modelo es habitualmente usada por la policía, los aficionados al tiro deportivo y también por gánsteres.
Las ventas también aumentaron en 2007 cuando un estudiante coreano con problemas mentales disparó a 32 compañeros en una universidad de Virginia. El asesino en aquella ocasión empleó una Glock y durante una semana las ventas de este modelo aumentaron drásticamente.
La sociedad norteamericana está enferma de violencia .