Revista Cultura y Ocio

Crecer con cabeza y corazón en el marketing de contenidos

Por Lavoragine @delavoragine

A menudo, nos centramos tanto en la importancia de un texto SEO bien estructurado y que alcance los objetivos propuestos por el cliente que nos dejamos la ética en los otros pantalones. Lo mismo ocurre si observamos nuestra jornada laboral con detalle, ¿no crees?

Lejos de ser algo ideal, trabajar para otros o por cuenta propia tiene notables diferencias, pero también mantiene algunas similitudes. Una de ellas son los posibles proyectos que no nos motivan en exceso; otra, aquellos con los que no estamos de acuerdo por una u otra razón.

Crecer con cabeza y corazón en el marketing de contenidos
Durante más de cinco años, en Vorágine hemos tenido la suerte de conocer personas de todo tipo y, entre ellas, a verdaderos profesionales con los que me (nos) ha encantado trabajar y a otras personas y marcas estupendas cuyos trabajos de marketing de contenidos decidimos no acoger, pese a los buenos resultados que nos ofrecían, o apostamos por no volver a colaborar con ellos por segunda vez.

Estas decisiones siempre han ido ligadas a un encontronazo con nuestra ética laboral o personal y, como gestor de todos los proyectos que llegan a Vorágine, me enorgullezco y me alegro de poder rechazar un encargo que va en contra de los principios de nuestro equipo.

Sin entrar en detalles, esto puede trascender desde la agencia de posicionamiento web que se dedica al SEO Black Hat hasta una industria de procesado cárnico, por poner dos ejemplos cualesquiera que no tienen por qué ser reales.

Desde el inicio de la actividad (en especial, de redacción y creación de contenidos en blogs y páginas web), establecimos una serie de puntos a través de los que no trascenderíamos; para nosotros, escribir sobre cuestiones en las que no creemos o no compartimos es algo inadmisible; hacer crecer este proyecto obviando todo aquello que somos no sería diferente a obligarnos a trabajar en algo que no nos gustase y hacer todos los esfuerzos posibles para que cada vez nos guste menos. Sumado a ello, mantener un negocio con el que no estás de acuerdo aglutinaría todos los contras de trabajar por cuenta propia y ninguna de sus ventajas.

Del mismo modo, puede ser difícil hacer despegar un negocio con una ética excesivamente estricta pues, de algún modo, estamos restringiendo nuestros clientes potenciales antes de empezar (más en un sector como el marketing digital que cuenta con tantísimas marcas hoy día). Aun así, todos nosotros teníamos otro punto de vista: si no queremos trabajar en los textos de una asociación dedicada a la caza deportiva, los cazadores no serían clientes potenciales nuestros.

Para dar el 110% de nosotros mismos, consideramos muy importante escoger quién queremos que sean nuestros clientes y, para ello, tenemos que poder respetarles, desear apoyarles en sus respectivos proyectos y ayudarles a crecer.

Por el contrario, en un momento donde hay una gran tasa de paro en España y es francamente difícil mantener cualquier tipo de negocio en funcionamiento, quizá muchos opinen que la ética debería suavizarse si queremos seguir existiendo como marca. Esta es una opinión tan respetable como cualquier otra, pero no la compartimos en absoluto. Si seguir creciendo significa no ser fiel a uno mismo, el equipo de Vorágine prefiere no redactar a hacerlo en contra de sus principios.

Al final, este es un tema muy controvertido y que puede aplicarse a un gran número de sectores, por lo que nos gustaría conocer la opinión de otros profesionales relacionados. ¿Te animas a aportar lo que piensas sobre ello?

Crecer con cabeza y corazón en el marketing de contenidos

Volver a la Portada de Logo Paperblog