Revista Infancia

Crecer en Amor.

Por Janeth
Crecer en Amor.La ignorancia es muy atrevida, sobre ella se cimentan bases y verdades que luego es bien difícil cambiar.
Crecemos sobre verdades sin lógica pero que como las dice y hace todo el mundo, suponemos està bien, luego deshacernos de falsos mitos y creencias nos da una visión REAL de aquello que nuestro corazón aprueba desde la primera vez que sabemos, por ejemplo que llevar en brazos a nuestro hijo no lo hará un malcriado y que por el contrario es lo mejor que podemos hacer por ellos.
Ya con verdadera información en mano nos declaramos verdaderamente responsables de la crianza de nuestros hijos y màs aùn si nuestro ser hace click cuando esa información nos lleva por el camino del amor y la comprensión hacia los niños.
La ignorancia crece sobre el principio de creerse verdad, pero esa supuesta verdad ha costado la felicidad de muchos hogares y arrebatado la infancia de muchos niños cuando se cree que para hacer feliz a un hijo sòlo bastan 3 comidas (y obligarlo a comer por su bien), una habitación hermosamente decorada (donde el niño pasarà horas de soledad nocturna y abandono absoluto) y muchos juguetes y jueguitos electrónicos para el entretenimiento infantil (con el respectivo abandono de los padres que sumamente ocupados en producir dinero no tienen tiempo para sentarse un rato con sus hijos).
Y ya a sabiendas que nuestro instinto materno EXISTE y es nuestra guía, podemos izar la bandera del amor y hacer de este nuestro mejor escudo para proteger nuestra cría y hogar de los posibles ataques externos (familia, amigos, conocidos, vecinos, etc) que nos incitaran a no “malcriar” a nuestro hijo
Desde mi humilde experiencia, desde el mismo instante que supe que podía llevar a mi hija en brazos, darle lactancia a demanda donde y cuanto ella quisiera, dormir con ella, empatizar con sus necesidades y verla como un ser humano ÙNICO, desde ese mismo momento mi maternidad y mi vida dieron un giro para bien y todos los obstáculos del camino durante estos 4 años los hemos logrado sortear junto a mi esposo como aquello que somos: una familia.

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