Crecer sobre ruedas

Me impresiona ver fotos de hace algunos años y ver todo lo que he cambiado. No sólo por haber crecido evidentemente, sino cambios tan básicos como en el pelo (siempre me ha gustado experimentar aunque no siempre con buen resultado), la forma de vestir, gustos sobre cualquier cosa y sobretodo en la forma de pensar y ver las fotos. 

No sé la razón pero parece que ahora se han puesto de moda las bicicletas. En mi opinión es una buena moda, si quien las adquiere está dispuesto a utilizarlas y hacer ejercicio con ellas, no dejarlas en el sótano cogiendo polvo. Siempre me han gustado estos vehículos de dos ruedas, y si nos fijamos en ellos podemos ver cómo cambian y evolucionan a la vez que nosotros mismos. Un mero objeto, que representa el significado de cada etapa que estamos viviendo. ¿Una bici o moto en tu vida? Yo diría, ¡si! en especial si la bici es de paseo y si la moto una vespa (si no, no porque una aquí presente es un poco torpe jeje) Los Reyes nos trajeron nuestro primer triciclo, con el que nos encontramos con más de una reprimenta por chocar contra los muebles. Papá nos puso los ruedines en nuestra bici para que mantuviéramos el equilibrio, aunque no tardamos en aprender y le pedimos que nos lo quitara porque queríamos ser mayores. Al llegar a la adolescencia queríamos ir más veloces y no podíamos dejar de sentir envidia cuando Audrey paseaba por Roma con una preciosa vespa. Pero llegó un momento en el que fuimos dos (amigos, parejas...) así que pedimos una moto en la que poder llevar a más gente. Descuidamos un poco el deporte y en una etapa en la que no podíamos pensar sólo en nosotros mismos, decidimos volver a los inicios pero con una pequeña incorporación que nos recuerda que en cada paseo tenemos una pequeña presencia en la parte posterior. 

xoxoNerea.