Revista Coaching

Creciendo mediante el Poder del Grupo

Por Kheldar @KheldarArainai

No hace mucho de la época donde no había tanto afán con el aprendizaje virtual. No había tanto tutorial, tanto “hazlo tú mismo”, tanto Juan Palomo suelto y tanto experto de fin de semana.

Claro está… Estoy hablando de una época donde los que estábamos en internet, los que formábamos foros y grupos explorando nuestros intereses y nuestras áreas de experiencia, éramos los frikis. Los raros del barrio. Los habitantes del sótano, como nos llamaban a veces.

Antes no se concebía que una persona pudiera pasar horas enganchada a la red intercambiando historias, anécdotas y aprendizajes… Buscando una conexión y un crecimiento.

Antes, los que lo hacíamos nos limitábamos a vivirlo.

Ahora, se está convirtiendo en un negocio viable para muchos. Y a otros, hay que abrirles los ojos al hecho de que su negocio se ha convertido en uno de estos grupos de frikis de los que tanto se habló en su día, pero que hoy tiene otro nombre: Comunidades de Aprendizaje.

La primera vez que alguien le puso un nombre a los grupos de personas que querían cambiar su entorno de manera significativa y confían para ello en la educación y en el diálogo, lo bautizó como escuela. Esta era la forma que tenías de abandonar tu entorno conocido y abrirte al mundo.

Años más tarde, la sociedad absorbe la escuela y la convierte en el medio para democratizar los conocimientos, las habilidades y las actitudes que les parecen pertinentes para todos los ciudadanos de una nación… Y esta influencia se mantiene hasta nuestros días.

Cuando las escuelas se quedaron pequeñas, aparecieron otras agrupaciones. Colegios, institutos, universidades, logias profesionales y todo aquello que se te ocurra. Pasados unos cuantos siglos, cualquier hijo de vecino podía escoger una profesión y tenía dónde acudir para aprenderla.

Con ello, efectivamente, llegaron cambios en la sociedad…

Sin embargo, el matiz transformador de la educación en la escuela (sea cual sea el nombre o el formato bajo el que opere), a partir de entonces queda muy acotado.

¿La razón? Casi con total obviedad, por la unificación de criterios. Para muchas cosas está bien, pero para otras fue un mojón como un cerro de grande.

¿Por qué? Dentro de todo currículo evidente, hay uno que está oculto entre líneas.

Dentro de la educación centralizada por el Estado, se incluyen, por supuesto, los criterios inamovibles de lo que es un buen ciudadano y lo que debe hacer con su vida para seguir siéndolo.

El que rompe la norma, lo paga con su prestigio y con el ostracismo…

A no ser que tenga una idea verdaderamente revolucionaria, y de repente se gane el respeto y la aprobación de muchos por su lucha contra el sistema.

Pero esos casos son menos de lo que parece, a pesar de lo cacareados que están… Solamente unos cuantos individuos contravienen realmente la tendencia a la uniformidad que se instaura.

Unos cuantos entre ellos se atreven a reclamar diversidad, inclusión, comunicación abierta e impacto social para devolverle su lustre y su razón de ser a la escuela. Pensaron en hacerla “de todos y para todos”.

Y unos cuantos pedagogos hicieron propuestas firmes e interesantes para lograrlo. De entre ellos, destacan aquellos que, como Freire hablan de la educación como un proceso de autogestión responsable, en el que compartimos el ambiente y los medios.

Pensaron en darnos el papel de actores, ya que no estaban ya contentos con el de receptores pasivos de contenidos que se consideraban “apropiadamente revisados y aprobados”…

Y así llegaron al concepto de una Comunidad de Aprendizaje: un grupo de personas con una visión o un sueño común, que buscará generar un impacto en su entorno a través de fomentar ciertas actitudes en sus miembros con la educación como guía del proceso.

Teórico de pelotas, ¿verdad?

Todo esto se traduce a que ya nos piden que cada quién aguante su palo, y que todos nos atrevamos a desnudarnos. Metafóricamente, de momento.

Nos piden que seamos responsables, honestos y abiertos a la comunicación.

Que seamos lo bastante maduros para no necesitar irnos a abrazar a un peluche cada vez que alguien desafía nuestras creencias o nuestras ideas más queridas y nos abre a ver el mundo desde otro prisma… Y lo bastante respetuosos para no tachar al otro de enemigo, si dice algo que no nos gusta o que contraviene nuestra ideología.

Que tengamos arrestos para mejorar el mundo con el ejemplo de obra y filosofía de vida, y no con el activismo de sillón y red social.

Que combinemos de una vez nuestros estéticos y morales. Que no dejemos el sentido crítico aparcado para cuando no nos importa caer mejor o peor, o para cuando nos protege la pantalla.

Yo os lo pido, también, desde la Comunidad Fluyendo.

Hace años que se veía venir en lo que se convertiría esto.

Hace años que no acepto ninguna otra clase de actitud en mis servicios. Habré perdido muchas oportunidades jugosas por ello, no dudes que sí… De hecho, te lo digo yo mismo.

He rechazado a una de las más fuertes empresas en la industria americana de dating coaches para hombres por andarse con máscaras, manipulaciones y juegos de poder.

He rechazado a un señor (al que creí mi amigo) cuando quiso enterrar el hacha de guerra por un conflicto que había iniciado él mismo, insultando de paso mi honra y mi inteligencia al ofrecerme venderos algo que contraviene totalmente mis valores.

He rechazado hacer productos y servicios con los que sé que puedo causaros muchísimo interés y mayor demanda que la que tengo ahora, porque mi instinto  me dijo que solamente os aportaría miseria con ello… Luego la experiencia de miles, entre ellos uno de los vendehúmos mayores de dicha industria, me lo confirmó.

Comenzó con un Círculo de Hombres, ¡que se me quedó pequeño bastante pronto!

Las mujeres también apreciaban el mensaje de la Claridad, del vivir fluyendo, de no marear ni marearse a uno mismo, de hacerse cargo y dejar el victimismo ilustrado de una puta vez.

Continuó con lo que aprendí conectando con vosotros, y conmigo mismo. Se cimentó con mi formación como pedagogo, y con el crecimiento de todos.

Mis experiencias personales me llevaron hasta la propuesta… Y al final, me decidí.

En 2017, ni círculos, ni quedadas, ni talleres, ni libros… Es decir, nada de aquello por separado.

Creciendo mediante el Poder del Grupo

Y al final, apareció una persona maravillosa en el momento ideal para fundir nuestros círculos en una Comunidad y prestar servicio juntos.

Todo ello centralizado en una Comunidad de Aprendizaje que diera verdadero servicio. Un grupo que te reclama responsabilidad, compromiso y que saques a relucir tu liderazgo.

En poco tiempo ha pasado de crear y mover la mía, a defenderla como alternativa viable para todo grupo que se concentra en torno a un producto, servicio o centro que eduque en algo y persiga un cambio social de cierta relevancia.

Traducido: le ando vendiendo la idea a otros emprendedores y nómadas digitales.

Algunos ya tenían una montada en sus propias narices, ¡y no terminaban de consolidarla!

Si quieres ver qué tal se me da por ahora el hacer de promotor de las CdA, mira este vídeo:

Te aviso de que dura casi dos horas, pero no dejamos de lanzar valor a cada paso. Es lo que tiene si juntas a una coach estratégica y una comunicadora social + psicóloga con un pedagogo.

Para ir cerrando, te dejo con unas preguntitas picantes:

  • ¿Cuándo fue la última vez que te uniste a un grupo? ¿De qué se trataba?
  • ¿Qué nivel de compromiso te exigen los grupos en los que participas?
  • ¿Hasta qué punto te sientes capaz de liderar dinámicas o sesiones en tus grupos, de proponer temas o actividades, o de emprender mejoras y solucionar problemas?
  • ¿Qué tal funcionas dentro de un grupo? ¿Y por tu cuenta?

Tienes los comentarios para contestarme, si quieres… Si no te apetece entablar diálogo, me basta con que las dejes calar y reflexiones al respecto para ti.

Después, intenta conversar sobre lo que hayas pensado con alguien de tu confianza. Fíjate en cómo responde y reacciona. Mira a ver cuánto puedes abrirte, y de paso, observa cómo te sientes tú al llevar la conversación hasta el nivel de una reflexión íntima.

Ese mismo proceso es lo que hacemos en las Comunidades… Y es más sencillo cuando todos lo afrontamos juntos, pero por algún lado hay que empezar. 😉


Sergio Melich (Kheldar)
Autor: Sergio Melich (Kheldar)
Pedagogo al 90% y subiendo. Comunicador y mentor por vocación (y pronto, más cositas). Autor de las webs La Vida es Fluir & Play it Sexy!, Aventurero y Heartist (persona comprometida a vivir, crear y obrar con cabeza, corazón y conciencia). Escribo sobre el Buen Vivir: autoaprendizaje, estilo de vida, habilidades sociales, relaciones y más.

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