CREER O NO CREER
En época de navidad, se encuentran varias situaciones que hacen de este tiempo todo un desafío para la realidad contra la modernidad. Me parece a mí que aún hoy con tanta tecnología en el ambiente con tantas redes sociales y con un sin fin de distracciones, sigue siendo Jesús en el humilde portal de Belén el protagonista de este tiempo.
Fijemonos que no necesito facebook, twiter, instagram para calar en los corazones y en las mentes de personas de todo el mundo, bien por tradición, cultura, creencia o cotidianidad, no sobran en este tiempo los deseos de paz, amor, tranquilidad, felicidad, es más, las familias se esfuerzan por permanecer unidas en estas fechas.
Puede decirse que un escenario muy doloroso es la soledad de quien no tiene con quien compartir en nochebuena o fin de año, que curioso que todo se haya originado hace tantos años y a pesar del paso del tiempo, el ser humano no ha logrado arruinar o destruir esta bella tradición.
Es un mes, en el que por arte de magia somos más tolerantes, mas pacientes, es más nos ponemos «generosos», sentimos como nuestro el dolor del otro al saber que no va a recibir ningún presente en navidad, en ningún otro tiempo como en este somos capaces de sacrificar tiempo y dinero en compartir con el otro, y eso nos hace mas humanos.
Creer o no creer, es una cuestión que esta tatuada en nuestros genes y siempre nos acompañara, porque somos quienes somos, desde el momento que nos enternecemos al ver al niño de Belén en el más pobre portal.
Las imagenes son tomadas de internet.