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Créete El Cuento, Pero También La Novela

Publicado el 20 diciembre 2010 por Blogmejorvendedor


Créete El Cuento, Pero También La Novela
Créete El Cuento, Pero También La Novela
urante estos días vi una nota en uno de los noticieros centrales que me llamó mucho la atención. “Una Figura de la Virgen Había Derramado Lágrimas”. Como se imaginarán esta sola frase despertó de inmediato el fervor de los feligreses, que comenzaron a visitar esa iglesia.

Lo singular de este relato fueron 2 cosas. Una, el testimonio del párroco, que explicaba, con sensatez, que esas lágrimas eran de resina, siendo parte de la mano de obra del artesano (humano, por lo demás).

Por otro, las fieles que no compartían la opinión del párroco: “No puede ser esa explicación, tiene que haber algo divino, pero no lo quieren revelar”. Otra feligrés decía: “Imposible que sea resina, porque se nota que es un milagro”, cerrando su comentario con una mirada profunda a la imagen, creyendo a ojos cerrados, en la maldición de no creer este hecho.

¿Una Nutria Rezando? Difícil de creer. Si le hiciera caso a esta simpática fotografía tendría que concluir que las Nutrias son creyentes.

¿Una Nutria Rezando? Difícil de creer. Si le hiciera caso a esta simpática fotografía tendría que concluir que las Nutrias son creyentes.

Siempre he respetado todos los puntos de vista, pero hay una cosa que siempre me preocupa. La liviandad de creer por creer, sin importar los fundamentos o las explicaciones. La capacidad para no cuestionar hace muchas veces de las personas perfectas “víctimas” por parte de quienes saben manipular estas debilidades.

Hace algunas semanas vi otra noticia parecida. Una víctima tomaba la justicia en sus propias manos para terminar un abuso. Un Curandero que le había cobrado altas cifras de dinero para curar sus males, pero, que en la práctica, no sufrían cambios. La facilidad de tomar el camino corto para mejorar las cosas, es, por decir lo menos, peligroso. En especial si le sumamos la poca capacidad de “Digerir” sin “Masticar”.

Pero no todo es tan malo. Si usáramos estos mismos factores, pero a favor nuestro, sería mucho mejor. Con la misma facilidad con las que creemos en estos submundos, podríamos creer ciegamente en nuestras capacidades, valores, familias y sentimientos. El riesgo es lógico. Mientras más creemos en otros aspectos, menos creemos en nosotros mismos. ¿Tampoco creemos en nuestras capacidades? La respuesta es que ni siquiera las buscamos. A veces sólo basta descubrirlas. Nada más.

Todos hemos escuchado la famosa frase de “creerse el cuento”. Esto significa que actuando convencido y seguro de ti mismo lograrás mejores resultados. Una persona insegura no genera confianza. Muchas veces las personas necesitan tomar decisiones y para ello deben confiar en tus palabras, hechos e imagen.

Observa a tu alrededor. Ve qué motiva las creencias y los valores de las personas. Ello te ayudará a entenderlas, y, por supuesto, a entenderte a ti mismo.

Por lo general siempre las creencias le restan importancia a quienes creen, poniendo una barrera abismal entre el poder divino y la simpleza humana. Quizás sería bueno verlo de manera contraria.

Por lo general siempre las creencias le restan importancia a quienes creen, poniendo una barrera abismal entre el poder divino y la simpleza humana. Quizás sería bueno verlo de manera contraria.

Esta simpática Infografía refleja muy bien lo importante que es creer en nosotros mismos y no en todo lo que nos ofrecen los medios y los grupos religiosos.

Esta simpática Infografía refleja muy bien lo importante que es creer en nosotros mismos y no en todo lo que nos ofrecen los medios y los grupos religiosos.

Todos tenemos la posibilidad de tener nuestros propios puntos de vista. También somos capaces de compartirlos. Mientras lo haces, el bien y el mal comparten terreno.

Todos tenemos la posibilidad de tener nuestros propios puntos de vista. También somos capaces de compartirlos. Mientras lo haces, el bien y el mal comparten terreno.


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