Cada año, el español medio se deshace de 34 prendas de ropa, el equivalente a 14 kilos, ya sea tirándolas a la basura o donándolas, tanto a conocidos como a ONG´s y otras organizaciones caritativas. Ya sé; todos pensamos que tiramos bastante menos, pero ya saben aquello de las medias: si tú tienes 2 millones y yo 0, la media dice que los dos tenemos un millón… y como que no es verdad.
Pero volvamos al asunto que nos compete. Un dato sorprendente es que, en el mundo occidental, la media de veces que nos ponemos una prenda solo sea de entre 7 y 10 veces. Caprichosos que somos.
Sin embargo, siempre nos encariñamos con alguna prenda; aquella que no nos quitaríamos nunca; esa con la que nos sentimos más favorecidos, pero que, con el uso, se rompe. Y en muchas ocasiones, la rotura proviene de un mismo complemento: la cremallera. Cuando esto sucede, la prenda suele ir a la basura porque cambiarla en una tienda de reparaciones puede costar más que comprarla nueva. Sobre todo, si la prenda ya tiene cierta edad.
Para abordar este problema, una empresa de la provincia de Alicante, concretamente de Alcoy, ZTC, ha creado y patentado un sistema de cremalleras intercambiables que mediante un sistema técnico muy sencillo y fiable, consigue cambiar el complemento sin descoser la vieja para coser una nueva.
El cambio puede no estar provocado solamente por rotura; podemos querer cambiarle el color o el diseño y renovar así la prenda sin tener que deshacernos de ella y comprar otra.
Esta creación ya está aprovechándola otra empresa de la zona, Tom Bluck, que confecciona prendas que se caracterizan por su alta calidad y por la incorporación de este revolucionario sistema de cremalleras. A las prendas de vestir que ya tienen en el mercado acaban de añadir su primera colección de zapatos, otro sector donde las roturas de cremalleras provocan que tengamos que tirarlos anticipadamente.
Es previsible que pronto más empresas se sumen a este novedoso invento.
La industria textil es la segunda más contaminante del mundo, sólo por detrás de la petrolera. Ella sola es la responsable del 20% de todos los tóxicos que se vierten en el agua. Anualmente se fabrican 150.000 millones de prendas en el mundo; 62 millones de toneladas de ropa, zapatos y complementos. Cualquier innovación que provoque una reutilización de las prendas, por poco que sea, tendrá un importante impacto en el medio ambiente.