Ya estoy preparando todo para las vacaciones. Hemos comprado ropa, sandalias y chanclas. Y ahora es el momento de los artículos de playa: toallas, algún juguete para mi niño, como puede ser un flotador o algo por el estilo, y las cremas solares. Esto último, junto al calzado, es una de las cosas que yo considero más importantes. Supongo que estarás de acuerdo.
Mi niño, tan blanquito como su madre (parecen guiris así, medio rubios, con ojos azules y de piel tan clara) el año pasado apenas pisó la playa. Primero, porque mi empresa decidió darme las vacaciones de verano en la primera quincena de junio (pero eso… ¿¿¿¿no es primavera todavía????) y los días de calor no llegaron hasta el último día de las vacaciones, por lo que solamente yo probé el agua que, por cierto, estaba helada. Ellos tuvieron que pasar todo el tiempo debajo de la sombrilla en las hamacas. No era plan ponerse tanto tiempo al sol para evitar las posibles quemaduras. Como curiosidad, te contaré que el suelo del hotel en la zona de la piscina tenía césped por todos lados. ¿Has probado a poner a tu bebé a andar en el césped? Pruébalo y ten una cámara cerca. Ya me contarás.
Cremas solares para niños
Siguiendo con el tema que estábamos: a los bebés menores de seis meses (el mío en esa fecha tenía diez, pero tomé casi las mismas precauciones) no es recomendable exponerlos al sol, a no ser en las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde. Incluso debajo de la sombrilla, puede filtrarse parte de la radiación y a los bebés de esta edad tan temprana no se les puede aplicar crema, así que evitar el sol es lo más acertado.
A mi niño, al tener unos meses más, le apliqué una crema de filtros físicos/minerales. Suele usarse para niños de edades entre uno y tres años. Este tipo de crema se caracteriza por la ausencia de químicos y su textura pastosa. Puede ser un poco engorrosa de aplicar por ser tan espesa, pero usándola, estás creando una pantalla en la que los rayos solares no penetran, sino que acaban rebotando. Como ventaja, te diré que protege desde el minuto uno y, como inconveniente, que en cuanto el bebé se sumerja en el agua, la crema se irá desvaneciendo, por lo que vas a tener que embadurnarlo con crema cada vez que se remoje.
Si tu crío tiene más de tres años...
La crema que puedes usar es la crema de filtros químicos. Éstas son más conocidas. Las encontrarás por factores, siendo la opción más adecuada la infantil y factor 50. Al contrario que en las cremas de filtro físico, aquí la ventaja es que la mayoría es resistente al agua y, el inconveniente, que tarda unos veinte minutos es hacer efecto. Aún así, dale cada dos o tres horas una nueva aplicación, que nunca viene mal. A mí me dan tanto miedo las quemaduras, que con más de treinta años sigo usando el factor 50 y aplicándomela varias veces al día cada vez que estoy de vacaciones.
Para finalizar, te aconsejo que las cremas de años anteriores, si las has abierto, las tires. Puede que no estén en buen estado, aunque parezca que sí a simple vista. Por otro lado, ofrécele agua al niño, no esperes a que la pida. Recuerda que debe mantenerse hidratado en todo momento.
¿Qué cremas solares sueles aplicar a tus peques? ¿Alguna recomendación en cuanto al sol?