Los que nos siguen saben bien de nuestro poco apego por la actualidad. Sin embargo, hay ocasiones en que desdeñar el cruce con nuestro pasado puede ser la peor traición que hagamos a nuestro presente. Sobre todo, para llegar a ser convocado mañana sin venir ni a son ni a cuento.
La Creedence Clearwater Revival lleva tiempo clamando por ocupar un espacio en nuestro Blog. Hoy por fin lo tendrán, al hilo
del nuevo disco de John Fogerty, con el breve esbozo del descubrimiento de ambas figuras y nuestra fe en el rock sureño. Sí, amigos, creo en la CREEDENCE. Hoy toca desfilar a marcha de REVIVAL.Para los despistados decir que John Fogerty es uno de los grandes compositores de rock americano de todos los tiempos, y la Creedence Clearwater Revival, la banda de rock más emblemático de los últimos 60' y principios de los 70', uno de los mejores grupos de toda la historia de la música popular, incluído en el Salón de la Fama del Rock desde 1993. Un estandarte genuinamente americano de libertad y rebeldía generacional asociado con la tradición y el clasicismo rockeros, una idea de América asimilada generosamente en bandas sonoras de películas como 'Apocalypse Now', 'La Jungla de Cristal', 'Forrest Gump' o 'El Gran Lebowsky', entre otras.
A mis efectos, conocí a John Fogerty de la mano Jess Malone, que vivía al fondo de la calle. Era el típico gracioso al que nadie tomaba en serio pero sin cuyo concurso no había fiesta ni algarada. Me acuerdo que caminaba con las piernas arqueadas, embutido en unos jeans desgastados pero pulcros, de donde refulgían unos calcetines blancos antes de calzar sus mocasines. Fumaba tabaco negro, sujetaba los cigarrillos con el índice y el pulgar y expelía aros de humo para deleite del resto de chavales. Influído por una gran imaginación, sus desatinos y verborrea más de una vez estuvieron a punto de pasar factura a toda la pandilla. El botarate, el parlanchín, el ocurrente, el leído, el dicharachero, el humorista..., todos esos eran los perfiles de Jessie Malone desde la niñez hasta bien entrado el instituto, y todos se fueron por la taza del water a la inesperada muerte de su padre. Aquel tierno personaje que todos reconocían voló como un cerdo cebado con dinamita. Un día marchó a la ciudad de la mano de su hermano mayor y aunque alguna vez volví a verle por el town solamente su gesto no guardaba ni el más lejano eco de mi compinche.
Pero hablábamos de Fogerty, ¿verdad? El caso es que Malone, que era más sudista que las barbas de Lee, se presentó un día con un radiocasette por el instituto haciendo gracietas como de costumbre. De las entrañas del cacharro brotaban guitarras eléctricas y una voz hippilonga que no me dejaron indiferente. Aquel tipo que daba vueltas en la cinta era John Fogerty, me ilustró Malone. Sonaba 'Big Train To Memphis', eso lo supe más tarde. Yo no tardé más de dos segundos en subirme al expreso y secundar a mi amigo en su ronda por el centro. Creo recordar que el convoy a Memphis descarriló un día de tanto dar vueltas en el reproductor de mi casa. Hablando de trenes, ¿no oyen acercarse el 'Especial de Medianoche'?
Años más tarde volví a celebrar a Fogerty sin reconocerle. No había mucho tiempo para pensarlo, tampoco. El continuaba girando una y mil veces en las cassettes como líder de la gran Creedence Crearwater Revival, pero entonces lo hacía a bordo del pequeño coche europeo de Mortimer, otro pájaro a tener en cuenta. Aquel rock brumoso, de pantano y gasolinera, aquella melodía con efluvios a yerba y pantalones de campana, aquel sonido mecánico y metálico, la voz desgarrada del mismo Fogerty, como salida de lo profundo de un intrincado alambique clandestino... esa era la sintonía que daba alas al pequeño utilitario de Ray Mortimer o anunciaba nuestra llegada a antros y tabernas. Nos acompañaba una aureola de bendita libertad, hippismo motero y rudeza rockera. Hizo calor aquel verano del 91, pero no pasamos sed.
El tiempo giró por nuestros relojes y la Creedence por mis orejas concienzuda y pertinazmente. Fueron la banda sonora que tantas veces acompañaba en la pantalla como también la mía, sólo que sin chopper, ni guerrera, ni medallita de veterano del Vietnam. No hizo falta. Antes que temarios y libretos me aprendí de memoria 'Green River', 'Fortunate Son', 'Have you ever seen the rain?', 'Proud Mary', 'Born On The Bayou', 'Suzie Q', 'Lookin' Out My Back Door' o 'Run Through the Jungle'. ¿Conocen ésta? Cuando los Creedence acabaron a tiros acusaron al fenómeno de Johnny Fogerty de agenciársela como 'The Old Man Down the Road', lo que devino en nuevos pleitos. Ambas son geniales, yo prefiero al 'Viejo'.
El caso es que anuncian que vuelve John Fogerty, a propósito de su 68 cumpleaños. El alma de la Creedence Crearwater Revival publicará a finales de Mayo de 2013 su nuevo álbum, 'Wrote A Song For Everyone', una recopilación de famosos temas del grupo y algunos inéditos. Lleva toda la vida haciéndolo, a los clásicos no les hace falta reinventarse. En esta ocasión contará con la colaboración de algunas figuras de la música Americana actual, como Brad Paisley, Alan Jackson, Miranda Lambert y Keith Urban, entre otros. El disco se llama como el tema que la CCR incluyó en 1969 en el tercer álbum de la banda, 'Green River'.
No cabe duda que será un gran recopilatorio, salvo girar lo tiene todo hecho. La vieja Creedence volverá por sus fueros y una legión de veteranos rockers dejaremos suspiritos en el aire al escuchar a Johnny Fogerty retumbar desde el fondo del alambique mientras conducimos, hacemos la compra o chequeamos el desempleo. Será todo un éxito si logra incorporar nuevos creyentes, lo que es seguro es que ya nunca abandonarán la secta del Agua Clara. Una fe que nunca es tarde para abordar, reeditar y revivir, con la excusa que se prefiera.