Revista Medio Ambiente
El Críalo (Clamator glandarius) es una especie que se presenta de vez en cuando en Asturies aunque no de manera regular. Los críalos son relativamente abundantes en el sur de la Peninsula Ibérica, pero están ausentes en toda la cornisa cantábrica, donde sólo algunos ejemplares despistados se ven algunas veces.
Esta especie es estival y aunque algunas aves se quedan todo el año en el sur de España, la mayoría emigran a África a pasar el resto del año. Los críalos no crían a sus pollos, sino que ponen los huevos en los nidos de algunas especies córvidos (casi siempre urracas aunque se ha confirmado parasitismo en nidos de chovas, rabilargos, cornejas o grajillas) para que sean ellas las que realicen el trabajo. Los pollos, al contrario que en el caso de los cucos, no expulsan a los huevos y pollos del huesped del nido, pero acaparan la mayoría del alimento que traen sus padres adoptivos, por lo que las probabilidades de supervivencia de sus hermanastros se reducen drásticamente.
La pasada semana, aparecieron dos juveniles de críalo en la zona de Tapia, en el occidente de Asturies. Si ya es raro ver uno, la presencia de dos ejemplares es algo excepcional. Se trataba de dos jóvenes de este año que probablemente habrían abandonado el nido hacía unos pocos días y que en su despiste juvenil dieron con sus plumas en el mar Cantábrico, muy lejos de su ruta migratoria.