El otro día me encontré en una red social un artículo sobre
Yo, por mi parte, creo que hay una delgada línea entre aconsejar, opinar y entrometerse. Y obviamente cruzarla hacia uno u otro lado o hacia la crítica no constructiva es más que fácil.
No me canso de imaginar un mundo mejor en el que cada uno meta la napia en sus asuntos, y en el que no seamos tan fans de juzgar al prójimo y sí lo seamos de respetar (pero del respeto de verdad, no de boquilla) y de dejar hacer a cada uno lo que en su mano está cuando hablamos de criar. Lo más triste es que para que esto ocurra somos las mujeres las primeras que tenemos que concienciarnos para hacerlo posible, ya que somos las responsables directas de estas "incomodidades maternales". Pocas son las mamás actuales que no tienen queja de las féminas más mayores de su entorno familiar, ya sean madres, suegras o vecinas cotillas. Son pocas las que dicen que jamás nadie se ha entrometido, con toda la connotación negativa que ello implica, de un modo u otro en su vida familiar. Y, por si esto fuera poco, va y nos salen pediatras y supuestos "expertos" que nos hacen sentir culpables y malísimas madres porque nos aleccionan sobre cómo, dónde y cuándo y sobre lo mal que lo hacemos cuando no seguimos sus directrices.
Pues señoras y señoritas, y parejas y "parejos"... ¡ya está bien, leñe! ¿A mí qué más me da si mi amiga P ha dado biberón y no teta? ¿O si M practica o no el colecho o V hace el pino puente para conseguir que su pirata se coma un bocata de jamón? Me da igual, no las juzgo, sólo las escucho y respeto, y en todo caso, me beneficio de lo que veo porque aprendo otras maneras de hacer y ver la vida, que me enriquecen y me ayudan a salir de mi, a ratos, cuadriculada mente, y si me piden opinión, pues la doy. Pero, lo mejor de todo, es que me parece estupendo lo que hacen y cómo lo hacen, básicamente porque lo hacen con AMOR DEL BUENO, y no hay más. Y porque con entretenerme yo en aprender a ser madre ya tengo bastante faena, ya.
Creo que leer es bueno, informarse es genial, contrastar opiniones y escuchar otras experiencias también, pero si estáis leyendo esto es porque, quizás, gran parte de vosotr@s estáis inmersos en el maravilloso mundo de la crianza, lo cual quiere decir que sabéis mejor que nadie que no hay dos niños iguales, por muy hermanísimos que sean, ni dos madres o padres clavados. ¡Y menos mal! Por tanto, lo que me sirve a mí no es preciso que sirva a otra madre, aunque quizás le venga bien conocer mi experiencia para saber que NO hacer con su hijo o hija. Por otra parte, tener personas en tu entorno cercano que tengan más experiencia que tú y que estén dispuestos a compartir sus conocimientos contigo es una gran suerte (¿cómo era eso de que para criar hace falta la tribu entera?), sí, pero siempre y cuando esa "generosidad" sea desde el cariño verdadero, el respeto, las ganas de ayudar (que no de ENTROMETERSE) y con la intención de hacer llegar a la madre en concreto un mensaje tipo "no hay mejor madre para tu hijo que tú, yo sólo estoy por si me necesitas", y que sea de corazón, de verdad de la buena.
En serio, MAMIS DEL MUNDO, equivocarse es de humanos, es bueno y ayuda. Esto de la maternidad y la crianza es, en muchos aspectos, un camino de espinos para el que NADIE nos prepara, por mucho consejo y moralina que quieran darnos. Podemos leer, podemos ser "de una corriente" o de otra, pero lo que está claro es que lo que no falla es la naturalidad y el darnos el tiempo necesario para conocer a nuestros hijos y saber, mejor que nadie, sus necesidades a todos los niveles. El sentimiento de culpa ya de por sí parece ir intrínseco a la maternidad, por lo que no nos dejemos embaucar por expertos (y no tanto), que hablan siempre "in extremis" y que nos regalan sentencias de esas que sólo hacen que aumentar nuestro tono del mea culpa.
Ser madre es la mayor aventura que toda mujer, que decide serlo, puede vivir. Y como tal, tiene momentos de subida y momentos de bajada. Contamos además con unas grandes compañeras de viaje que, dicho sea de paso, tampoco es que ayuden mucho, y que no son otras que nuestras queridas hormonas... Así que: MAMIS DEL MUNDO MUNDIAL, ¡CRIAD COMO OS DÉ LA GANA, CON APEGO O SIN ÉL! Pero eso sí, CRIAD SIEMPRE CON AMOR, CON MUUUUCHO AMOR.
CON M DE MAMÁ y C de CRIANZA CON AMOR