Sabemos bien que la crianza de un hijo con hipoacusia genera mucha preocupación en los padres, sobre todo al inicio, cuando se les comunica que su pequeño tiene un problema de audición. La preocupación es comprensible debido a que la pérdida de audición, sobre todo si esta es grave, interfiere en el proceso de adquisición del lenguaje. Una capacidad que está totalmente relacionada con el pensamiento y con otros procesos cognitivos.
Sin embargo, y pesar de lo comprensible que es esta inquietud, debemos decir que actualmente existen tratamientos para minimizar las consecuencias de esta afectación y que la detección y estimulación a temprana van a ser de gran ayuda. De modo que si quieres saber cómo puedes ayudar a tu hijo con hipoacusia, sigue leyendo aún cuando pienses que esto nunca os podría ocurrir.
Consideraciones previas
No podemos ni debemos negar que las dificultades en la audición pueden ocasionar importantes consecuencias en el desarrollo cognitivo, social y emocional de los niños y niñas que la padecen. Las personas con una discapacidad auditiva, y más si ésta es grave, deben enfrentarse a unas barreras comunicativas que les impiden acceder a todo un universo de información acústica que procede de su entorno.
Sin embargo, las repercusiones que tiene la pérdida auditiva en el desarrollo de los pequeños van a depender de diferentes factores entre ellos:
- el grado de discapacidad,
- el momento de aparición
- o el nivel de apoyo familiar.
Diferencias entre sordera e hipoacusia
Es importante diferenciar entre sordera e hipoacusia, aunque ambas se engloben dentro del concepto de discapacidad auditiva. Y es importante porque mientras que en la hipoacusia, tema en el que nos centramos hoy, permite adquirir por vía auditiva el lenguaje oral no es posible en el caso de la sordera.
Debido a que hoy tratamos de ayudar a familias con un hijo con hipoacusia, dejaremos de lado la sordera y nos centraremos en la primera.
Tipos de hipoacusia
Podemos clasificar la de hipoacusia en función de la localización de la lesión, de las causas y del momento de aparición.
De manera que podemos hablar de:
- Hipoacusia de transmisión o conductiva. Supone un daño en el oído externo o medio.
- Hipoacusia neurosensorial o de percepción. Cuando el daño se encuentra en el oído interno o en el nervio auditivo.
En función del grado distinguimos entre:
- Ligera (pérdida auditiva entre 20 y 40 dB)
- Media (pérdida entre 40 y 70 dB)
- Severa ( entre 70 y 90 dB)
- Profunda (más de 90 db)
- Total (cofosis o anacusia)
En cuanto a la etiología:
Y ya por último también es importante saber cuándo apareció, antes o después de adquirir el habla.
Consejos básicos para la familia
Hemos explicado todo esto porque es importante que los padres sepamos que cualquiera de nosotros podemos tener un hijo con hipoacusia, ya que ésta puede aparecer en cualquier momento, y no solo por razones hereditarias.
Dicho y aclarado este punto debemos ser conscientes que detectar los problemas de audición a tiempo es imprescindible.
Sabemos que cuando los niños con sordera o hipoacusia se detectan precozmente, y cuando son muy pequeños, se puede ayudar con audífonos o con un implante coclear y logrando que vayan a la escuela normalmente y progresen todo lo que les permiten sus propias capacidades. Haz clic aquí saber más sobre implante coclear Colombia.
Debido a que la hipoacusia afecta al aprendizaje de la lengua, es importante que los niños con esta afección reciban la estimulación auditiva y del lenguaje lo antes posible para que logren hablar. Un buen desarrollo del habla tiene efectos positivos en el desarrollo de su inteligencia, de su desenvolvimiento en la vida social, afectiva y comunicativa.
De manera que:
- Acude a tu pediatra tan pronto como sospeches que tu hijo no oye bien. Por ejemplo cuando siendo bebé no gira la cabeza hacia el lugar de donde procede un sonido fuerte o no emite sonidos para llamar la atención.
- Evita infecciones de oído y trátalas lo antes posible. Las otitis pueden ser la causa de algunas hipoacusias de transmisión.
- Estimula y háblale a tu bebé desde los primeros días de su vida.
- Asesórate por los especialistas en audición.
Cuanto antes se detecte la problemática mejor evolución tendrá tu hijo. Presta atención a las posibles señales que indiquen que tu pequeño no oye bien y consulta, no te quedes con la duda.
Para finalizar
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