Hoy vamos a hablar acerca de lo verdaderamente necesario para criar, y lo que acaba estorbando.
Supongo que nos pasa a todos los padres primerizos, sobre todo si somos los primeros entre nuestros amigos o familiares de nuestra generación en tener hijos y más aún en querer criarlos de manera natural, respetuosa, apegada, instintiva:
Escuchamos consejos de todo el mundo, leemos en foros, que posiblemente luego nos daremos cuenta que para nada concuerdan con nuestra filosofía que poco a poco irá aflorando a medida que conozcamos a nuestro hijo. El hecho es que acabamos con un montón de trastos, la mayoría comprados con convicción e ilusión de que serán lo mejor para nuestros hijos, creyendo a pie juntillas que son imprescindibles para darnos cuenta demasiado tarde de que para criar con apego, hacen falta pocas cosas materiales.
Como muchas veces, hemos consultado una fuente inagotable de sabiduría: nuestros lectores en Facebook :) para entre todos hacer dos listas, una de verdaderos imprescindibles y otra de cosas ante cuya tentación sucumbieron y que acabaron o bien en la basura, en el trastero, en una venta de segunda mano o entregado como regalo a otra (pobre) familia que posiblemente también acabe odiando el objeto en cuestión.
Sin más preámbulos, aquí la lista de trastos innecesarios, si están a tiempo, aún haciendo su baby shopping - ya saben ;)
- Cuna, moisés, sábanas de cuna, cojines anti-vuelco: Este es el número uno indiscutible entre nuestros lectores. Nuestra recomendación es leer artículos sobre colecho - compartir la cama con los hijos - antes de hacer esta compra que muchas veces acaba siendo un cajón enorme para tirar los juguetes hasta que uno se cansa y se deshace de ella.
- Cochecito/carrito/carriola: Todos parecen estar de acuerdo en que un cochecito no es indispensable a la hora de tener un hijo, al menos no durante los primeros meses. Aunque estoy de acuerdo, yo matizaría que en algunas ocasiones sí es útil, a veces el niño sí acepta quedarse a ratos sentadito o dormido. Lo que quiero desmitificar es aquella imagen que se empeñan en proyectar los comerciales, las películas y la sociedad en general de que los niños van sentados plácidamente en los cochecitos durante horas. Lo mismo de siempre: un niño necesita brazos, ser llevado, puede que acepte pasar algunos ratos en el cochecito, pero lo natural es que dado a escoger, elija siempre ir en brazos. Dicho esto, si salimos con el cochecito y un portabebés ergonómico, el cochecito puede ser útil para llevar una cartera pesada, la pañalera, las bolsas de la compra, mientras tenemos a nuestro pequeño atado al cuerpo o en brazos.
- Chupete/chupa/chupón: Muchas veces nos damos cuenta de que lo que en realidad necesita un bebé es simplemente amamantar a demanda. Dicho esto, el chupete podría ser útil en algunos casos concretos, como los que comentamos aquí, pero podemos perfectamente prescindir de él.
- Biberones y tetinas: Aún habiendo decidido continuar con la lactancia al reincorporarnos a un trabajo fuera de casa, que implique sacarnos leche y dársela al bebé durante nuestra ausencia; es factible - y de hecho recomendable - ofrecérsela en un vasito. Por otra parte, muchos bebés revierten su ciclo, por decirlo de alguna manera, permaneciendo las horas que mamá esté fuera de casa alimentándose muy poco o si son mayorcitos sólo con sólidos y zumos/jugos o agua, y compensando al amamantar más frecuentemente cuando se reúnen nuevamente. No podemos olvidar que la tetina del biberón permite una salida pasiva de la leche, lo cual no estimula el desarrollo correcto de la musculatura oral. Por otra parte, no es recomendable el uso de biberones en bebés menores de 1 mes, ni cuándo aún no se haya establecido una lactancia adecuada y agradable porque puede causar confusión del pezón al requerir una diferente posición de la lengua con respecto a la necesaria para estimular y vaciar los pechos.
- Esterilizadores, sean de micro-ondas, al calor o en frío: Como comentamos en este artículo, no es necesario, salvo en casos muy concretos donde lo haya recomendado el pediatra, esterilizar todo lo que vaya a usar el bebé. Al lavarlos y cepillarlos con jabón y agua caliente, se eliminan la mayoría de las bacterias, quedando posiblemente unas pocas, que estimularán gradualmente el sistema inmunológico del bebé. Yo tuve un esterilizador de micro-ondas y lo usé al principio, pero luego por consejo del pediatra, a las pocas semanas lo dejé. Si estamos empeñados en limpiar demasiado bien los enseres del bebé, podemos simplemente hervirlos prescindiendo de un trasto más en la cocina.
- Calienta-biberones: Sabiendo que podemos dar leche materna a nuestros bebés con un vasito me pregunto qué utilidad pueden tener los calienta biberones. Por otra parte, suponiendo que sí usaremos biberón, me pregunto nuevamente para qué comprar un electrodoméstico más si la leche materna ha de calentarse al baño maría lo cual tarda unos 4 minutos aproximadamente, y el calienta-biberones demora 3 minutos en calentar...
- Juguetes para los primeros meses, ¿o año?: Es normal, creo que en esta caemos todos, ¿no? Primero porque se fabrican y comercializan juguetes demasiado lindos, los compramos con mucha ilusión, y segundo, nos suelen regalar otro montón... para que al final sea verdad lo que nos decían los abuelos: "Deja de comprar tantas cosas, ya verás que se entretiene más con la caja del juguete que con el juguete en sí", y qué razón tienen. Así que gente panzona del mundo: a esta hagan caso, o mantengan esas compras en mínimo :)
- Bañera y sillines de baño: Como comentábamos aquí, ducharse con un bebé, una vez perdido el miedo inicial, puede ser algo delicioso para los dos y muy relajante. Si nos da temor hacerlo durante los primeros meses, podemos simplemente bañarlo en una ponchera pequeña limpia y tener un trasto menos en casa. Además, una ponchera pequeña será más fácil de vaciar, más ligera y ocupará menos espacio.
- Juguetes de baño: Ya sé que fabrican juguetes de baño preciosos, yo también caí en la tentación de comprar animalitos para el baño. ¿resultado? Sam prefiere jugar con botellas de champú, tubos o botes de crema (vacíos y lavados), etc. Posiblemente luego del primer año comiencen a interesarse más por juguetes "de verdad" que por botellas. Cuéntenme cómo ha sido en su casa...
- Cambiador: Yo insistí en comprar un cambiador, de hecho no lo compré por separado, sino que era un accesorio de la cuna, en realidad la única parte de la cuna que aprovechamos... porque soy bastante alta y eso de encorvarme encima de la cama para cambiar a Sam 10-12 veces al día durante los primeros meses me sonaba a dolor de espalda. Sin embargo, conozco a varias mamás que prescindieron de él, cambiando al niño sobre la cama familiar cubierta con un protector impermeable y no se han quejado de ello. Por otro lado, cabe destacar que un cambiador sólo sirve hasta que el niño aprenda a sentarse y/o girarse por sí solo, que nunca debemos quitarle una mano de encima, ni la vista, porque en un instante pueden caerse. Así que la vida útil del cambiador tampoco es muy larga y a los pocos meses, es probable que acabemos cambiándolos sobre la cama.
Y aquí los necesarios
:
- Portabebés ergonómico: Aquí hablábamos de todos los beneficios de llevar a un hijo en un portabebés ergo. Destacamos que sea ergonómico, porque de no serlo, además de llevar al pequeño en una posición que no es la ideal para su crecimiento y desarrollo, acabaremos con la espalda, hombros y cuello destrozados, créanme - tuve un Baby Björn (por desconocimiento) antes de comprarme un fular. Existen muchos diferentes portabebés ergonómicos, entre los cuales destacan el fular, el mei tai, el mei hip, el pouch, la bandolera y las mochilas.
- Cojín de lactancia: Las matronas que dictaban ambos cursos de preparación al parto a los cuales asistí coincidían en que sería de gran ayuda, así que compré el cojín de lactancia. Los hay de varios tipos, unos suaves y mullidos, otros firmes, otros ya más sofisticados con bolsillos para meter el teléfono, un botellín de agua, etc. A mi parecer ya eso es too much! Un buen cojín de lactancia puede servirnos para apoyar la columna al colocarlo entre las piernas para dormir durante los últimos meses del embarazo, y luego para amamantar sin encorvar la espalda ni llevar todo el peso del niño directamente sobre los brazos. Aquí debo comentar que una vez que el niño comienza a tener más movilidad y a practicar el mama-sutra, puede que acabe tirando el cojín para tener más libertad de amamantar en la posición que le plazca. Aún así, probablemente hayamos quedado con la costumbre de dormir con el cojín debajo de una pierna y seguirá siendo útil :)
- Pañales de tela: Aunque no tengo experiencia personal usándolos, soy bastante eco-consciente. En casa reciclamos y separamos todos los resíduos y preparamos la mayor cantidad posible de alimentos en casa. He escuchado muy buenas referencias acerca de los pañales de tela modernos de boca de varias mamás. Esta sigue siendo la mejor alternativa para evitar alergias, resíduos y gastos constantes comparados con los pañales desechables.
- Sostenes de lactancia y discos absorbentes reutilizables de algodón: Ya hablamos aquí de la importancia de tener buenos brassieres para la lactancia. Siempre que sea posible, lo más cómodo es elegirlos de algodón, con un pequeño porcentaje de Lycra y sin aros. Durante los primeros 2 a 3 meses de lactancia, es probable que el pecho gotee, para evitar que la leche traspase los sostenes de lactancia, la ropa, y si estamos durmiendo, incluso las sábanas, van muy bien los discos absorbentes. Aquí si puedo comentar de primera mano, porque he probado los desechables y los de algodón. Los primeros son más absorbentes y aguantan un poco más sin que la leche traspase porque tienen por el lado exterior, una cubierta plástica impermeable. Sin embargo, al estar rellenos del mismo material que los pañales desechables, se hinchan al absorber, lo cual puede ser un poco incómodo, además el no ser transpirables es una desventaja. Por otra parte, los de algodón presentan la ventaja de ser lavables, suaves y de un material orgánico, natural, carente de químicos y transpirable, a diferencia de los desechables.
- Lanolina ultrapura: Como comentábamos aquí, la lanolina es la única crema para pezones irritados, agrietados y/o adoloridos que no ha de ser retirada antes de dar el pecho. ¿Se imaginan tener que ir a lavarse después de dar el pecho, aplicarse la crema y luego lavarse nuevamente con una sola mano mientras el niño llora en el otro brazo pidiendo pecho? Muchas expertas en lactancia recomiendan untarse y dejar secar unas gotitas de leche materna al final de cada toma, cuando esto no basta y aún haciéndolo, tenemos la piel seca y agrietada, la lanolina puede ser una gran aliada. Es un producto natural, hipoalergénico, no tóxico y no le causa ningún daño al bebé si lo ingiere al mamar.
- Asiento de seguridad para automóvil: Sé que nadie lo ha mencionado cuando hemos consultado a nuestros lectores en Facebook, pero a mí francamente me aterra viajar en carro/coche con Sam sin que esté debidamente sentado y abrochado en su Maxi Cosi. Llevan protectores laterales para la cabeza, un cinturón a su medida y protegen su cuerpito ante cualquier impacto, como por ejemplo, una frenada repentina. Puedes perfectamente prescindir de él si no acostumbras llevar a tu bebé en carro, pero en caso de transportarlo así, es lo más seguro para él.
- Extractor eléctrico de leche materna: Existen en el mercado variedad de modelos que pueden ser útiles según las necesidades de la mamá. Si ha de separarse de su pequeño por numerosas horas o no puede dar el pecho directamente, por ejemplo por hospitalización, y que por ello el niño poco pueda estimular el pecho debidamente, lo mejor es un extractor de calidad hospitalaria. Para los demás casos, basta con uno pequeño eléctrico o bilateral para acabar antes. De todas maneras, tampoco es absolutamente imprescindible, aunque sí conveniente, porque también podríamos aprender a hacer una buena extracción manual e ir almacenando nuestra leche. Podemos almacenar la leche extraída en envases limpios, sean de plástico apto para alimentos, de vidrio o bolsas especiales para leche materna.
- Tapones para los oídos: Supongo que las que comentaron esto no se imaginaban que lo agregaría al artículo, pero francamente vale la pena mencionarlo :) Las madres recientes, sobre todo si somos primerizas, nos vemos a menudo plagadas de comentarios aunque bienintencionados, muchas veces errados, poco contrastados científicamente o de plano perjudiciales para el niño. Para ello, qué mejor que unos tapones de oídos que acallen las voces de nuestro alrededor y nos recuerden escuchar atentamente nuestro instinto. También he leído en un mamá-blog en inglés la recomendación de usar un solo tapón cuando se colecha y se tiene un marido roncador, jeje. De esta manera oímos los gemidos suaves de nuestro hijo cuando va a pedir el pecho, pero logramos conciliar el sueño al oír los ronquidos a más bajo volumen.
- Lecturas: Aquí no se trata de libros con consejos, sino todo lo contrario. Gracias a lo que he aprendido desde que soy mamá, huyo de los libros con métodos que pretenden enseñarte cómo hacer las cosas. A mi parecer, lo mejor son los autores que te dan el empujoncito necesario para volver a confiar en tus instintos, permitirles aflorar y hacerles caso. Algunos podrían ser:
- Un Regalo para toda la Vida, Bésame Mucho, Mi niño no me Come de Carlos González.
- Dormir sin Lágrimas y La Crianza Feliz de Rosa Jové.
- El Poder de las Caricias, de Adolfo Gómez Papí.
- Amar sin Miedo a Malcriar, de Yolanda González.
- Natural Baby and Childcare, de Lauren Feder.
Luego están los de indagación personal, más profundos y quizás incluso dolorosos de leer, pero no menos beneficiosos en el camino de la maternidad como por ejemplo:
- La Familia nace con el Primer Hijo, La Maternidad y el Encuentro con la Propia Sombra, Mujeres Visibles, Madres Invisibles, La Revolución de las Madres, el desafío de nutrir a nuestros hijos, Crianza, Violencias Invisibles y Adicciones de Laura Gutman.
- Pariremos con Placer, La Represión del deseo materno y la génesis del estado de sumisión inconsciente de Casilda Rodrigáñez.
- El Cuerpo Nunca Miente y Por tu Propio Bien de Alice Miller.
- El Concepto del Continuum de Jean Liedloff.
- La Revolución del Nacimiento de Isabel Fernández del Castillo.
- Nuestros Hijos y Nosotros de Meredith Small.
10. Tribu: Aunque esto no es algo material como tal, ni un regalo que podamos agregar a una lista de baby shower, ¿o sí? es probablemente el más importante de todos, sobre todo cuando criamos solas. Mucha gente se animará a visitarnos cuando estemos recién paridas, y lo que en realidad necesitamos, más allá de celebrar y tener huéspedes en casa es tener gente que nos haga sentir contenidas emocionalmente, alguien que se ofrezca a abrazar al bebé para darnos una duchita veloz, o a darnos de comer a cucharadas mientras amamantamos, traernos una comida caliente, o rellenarnos el congelador con comidas caseras... porque créanme: toma tiempo y es durillo acoplarse y aprender a cocinar con un recién nacido en un brazo o en un portabebés, con el cansancio de un parto, las hormonas revueltas, etc. pero un puerperio sin sostén emocional, eso es más duro aún...
¿Y ustedes? ¿De qué compras o regalos se arrepintieron y deshicieron? ¿Y cuáles recomendarían aparte de estas?
Foto © Erik Isakson/Blend Images/Corbis