'Se deja de odiar cuando se comienza a respetar' (Tertuliano)
Quería encontrar una definición para crianza con respeto, aunque debo admitir que no me gustan las definiciones, pero algunas veces me las piden simplificadas y no está de más tenerlas a mano en esos casos, y me topé con un concepto de la palabra respetar en mi diccionario que me llamó muchísimo la atención, cito:
Respetar: Conservar una cosa sin dañarla.
'Sin dañarla'…Eso es una definición perfecta si hablamos de la crianza de nuestros niños. Es bien sabido que todo padre o madre (o mejor dicho y lamento que así sea, la mayoría) desea solo 'lo mejor' para sus hijos, haya adoptado la forma de crianza que sea; esta es la meta común para prácticamente todos: 'lo mejor para ellos'. Pregúntale a cualquier progenitor qué es lo que desea para sus hijos y la mayoría te dirá lo mismo en los términos de su preferencia.
Por supuesto, 'lo mejor' no significa lo mismo para todos, para unos puede ser felicidad, para otros el bienestar, la prosperidad, el éxito, una larga vida, una buena educación…..y un sinfín de etcéteras que demuestran que como padres nos preocupa que nuestros hijos tengan una vida digna, respetable y feliz.
Ahora, por otro lado está la sociedad; la misma que nos formó a nosotros, que formó a nuestros padres y a los padres de los padres de estos. Y a la cual, tarde o temprano tienen que irse integrando nuestros hijos, pues viven dentro de ella, no queda otra ¿o sí?
Pregunto ¿Qué es lo que espera la Sociedad de mis hijos? Muchos me responderán: Pues ¿qué va a ser? Lo mejor. De hecho, la función principal de la sociedad es velar por el bienestar de cada uno de sus miembros, por lo menos teóricamente.
Ahora para la sociedad, ¿Qué sería realmente lo mejor para nuestros hijos?
Lamento admitir que los intereses de la Sociedad en la que tú y yo hemos crecido, distan mucho de los que como padre, YO personalmente tengo.
Vivimos y nos formamos en una Sociedad egocéntrica que nos ha enseñado a competir, a tener éxito para ser aceptado y aprobado, a ser obedientes, respetuosos (y con esto me refiero a sumisos) con nuestros mayores y todo aquel que la misma diga que está por encima en cuanto a autoridad se refiere. Donde se le da una importancia exagerada a los títulos, a las calificaciones, a la aprobación externa, al que dirán los demás.
Donde los niños tienen que aprender a ser autosuficientes antes de tiempo porque Papá y Mamá tienen que trabajar, deben producir para poder vivir.
Donde los sistemas educativos están diseñados para crear seres autómatas, que siguen reglas, que respetan horarios, que no cuestionan, en pocas palabras, seres productivos. De lo contrario, como me han dicho muchos, sería la catástrofe, el fin del progreso, el regreso a las cavernas.
Donde las religiones, los gobiernos y demás autoridades nos dicen lo mismo: obedece, 'pórtate bien', produce y enseña a tus hijos a continuar la cadena…
Ahora, volviendo al concepto del respeto y analizando esto último ¿Eso es lo que quiero para mis hijos? Mi respuesta es un rotundo NO. Mi respuesta es que lo que quiero para mi hija es que sea FELIZ (así, con mayúsculas), que sea 'ella misma'siempre, no lo que 'otros' crean que es mejor.
Que jamás, óigase bien, jamás espere la aprobación de nadie para sentirse valorada, ni siquiera de mí.
Que jamás permita que ningún maestro o 'experto de la educación' le robe sus sueños con un comentario frustrante fuera de lugar o una calificación roja, y si lo hacen que ella sepa, que esa es la opinión de ellos, no la de ella.
Que jamás piense en ningún título colgado en la pared como su pasaporte a la felicidad y por ende al éxito.
Que jamás acepte etiquetas, ni para ella, ni para nadie.
Que simplemente nunca olvide que la FELICIDAD es y debe seguir siendo su estado natural, pase lo que pase a su alrededor, justo como es ahora.
Que nunca me recuerde como una autoridad o un ser endiosado, sino como un humano común y corriente que simplemente trató de dar el mejor ejemplo que pudo, que predicó con acciones en vez de palabras, y que por supuesto se equivocó en más de una ocasión. Así ella entenderá que equivocarse no es dañino, ni malo, ni mucho menos vergonzoso; simplemente es de humanos.
Que nunca permita a nadie hacerla sentir vergüenza de su cuerpo o de su sexualidad, ya que la palabra tabú nunca existió en su entorno.
Que entienda que para ser respetado hay que respetar, por eso sus padres siempre lo hicieron con ella, tratándola como el ser completo y maravilloso que es y no como un ser incompleto e inferior, y mucho menos considerándola su propiedad.
En fin, que sea libre de pensar lo que quiera, de decir lo que quiera, respetando el criterio de los demás y sin querer imponerse, pero a la vez, haciéndose respetar y escuchar.
Si crías con respeto, sabes como yo que no es nada fácil, que siempre vas a encontrar oposición del entorno. Cuando no es la familia, es la escuela, los vecinos, los mayores, el extraño de la calle. Siempre alguien te dirá que lo estás haciendo mal, pues normalmente los seres humanos juzgamos y señalamos aquello que no comprendemos o que simplemente se diferencia de los viejos patrones que se nos han inculcado.
Pero si volvemos al concepto que encontré en el diccionario cuando busqué la palabra 'Respetar', tendremos la clave del asunto: 'Conservar una cosa sin dañarla'.
Si echamos un vistazo a nuestro mundo veremos que el mismo está muy, pero muy dañado ¿Acaso alguien lo duda?
De nada nos sirve tanto progreso, tanta tecnología y conocimiento, si somos una pila de gente que va por la vida con el ceño fruncido, deprimidos o enfurecidos, matándonos entre países y hasta entre familiares, buscando siempre al Gurú que nos enseñe el secreto de una vida feliz o gastando nuestro dinero en medicinas para aliviar el dolor o en adicciones que nos permiten evadir por ratos ese mismo mundo 'perfecto' que hemos creado.
Entonces, me pregunto ¿Para qué criar sin respeto, a la fuerza, con mano dura? ¿Para dañar la esencia de nuestros niños y seguir provocando más de lo mismo?
Yo mejor me quedo en el bando de los 'locos', de los 'raros', de los 'hippies'...y le sigo enseñando a mi hija que el Mundo del Ego no es todo lo que hay.
Por Elvis Canino
LOS COMENTARIOS (1)
publicado el 29 agosto a las 18:03
Geniales palabras, otro gallo cantaría si más personas criaran a sus hijos bajo estos pequeños "consejos" o simplemente hechos ... A veces me enfurece la falta de respeto de algunas personas y en realidad es falta de educación...casi siempre. Muy bueno.