Adaptar el estilo de crianza a la personalidad del niño puede reducir mucho el riesgo de depresión y ansiedad, aseguran investigadores.
El estudio de tres años de 214 niños y sus madres reveló que una buena concordancia entre los estilos de crianza y la personalidad del niño reducía el riesgo de éste de síntomas de depresión y ansiedad
Pero los niños en una relación mal emparejada tenían el doble de riesgo de síntomas de depresión y ansiedad.
Los niños tenían una edad promedio de nueve años al inicio del estudio de la Universidad de Washington, que aparece en la edición en línea del 1 de agosto de la revista Journal of Abnormal Child Psychology.
"Este estudio se aleja del abordaje de que un estilo de crianza vale para todos, y da consejo específico a los padres sobre cómo mitigar la ansiedad y depresión de sus hijos", aseguró en un comunicado de prensa de la Universidad de Washington la autora líder Cara Kiff, residente en psicología de la Facultad de medicina de la universidad. "Tomamos en cuenta características que hacen a los niños vulnerables a la ansiedad y la depresión, e incluimos cómo eso conforma la manera en que los niños reaccionan a distintos métodos de crianza".
"Escuchamos hablar mucho de padres que se involucran en exceso, como las 'madres tigre' y los 'padres helicóptero'", señaló en el comunicado de prensa la coautora y profesora de psicología Liliana Lengua. "El instinto de los padres es ayudar y respaldar a sus hijos de alguna manera, pero no siempre está claro cómo hacerlo de la mejor forma. Esta investigación muestra que la crianza es un equilibrio entre intervenir o no con guía, respaldo y estructura según las pistas que proveen los niños".
Los niños que eran más capaces de controlar sus emociones y conducta eran más propensos a estar ansiosos o deprimidos si tenían un padre muy controlador. A esos niños les iba mejor emocionalmente cuando sus madres les daban algo de autonomía.
Pero los niños que eran menos capaces de regular sus emociones y acciones se beneficiaban de más estructura y guía, hallaron los investigadores.
"Los padres deben estar disponibles para ayudar, pero no para hacerse con el control, en las situaciones difíciles, y ayudar a sus hijos a navegar los desafíos por sí mismos", añadió Lengua.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare Via Medline