Criar y educar

Tengo alrededor buenas amigas que están disfrutando del placer de criar a sus bebés. Han sido madres hace poco y andan inmersas en lo que denominamos la crianza. Verlas disfrutar de los primeros meses de sus retoños me ha hecho ver la gran diferencia que hay entre criar y educar. 
Recuerdo, no sin nostalgia, aquellos días de leche, de colecho, de olor a bebé. Aquellas noches en vela viéndole mamar, acariciando su piel. Recuerdo aquella sensación de criar, de sentirte imprescindible, poderosa, inquebrantable. Criar es proporcionar alimento, amor, consuelo y todo aquello que tu bebé necesita. Es sacar el lado más instintivo y primitivo. Es dormir con un ojo abierto por si te reclama. Es no pensar en nada más que en ese bebé que te necesita. 
Ese criar se va diluyendo a medida que el tiempo pasa. Al principio, tan sumergidas estamos en esa maternidad que lo envuelve todo, no nos damos ni cuenta. Pero el paso de los años nos hace tomar perspectiva, ¡qué sabio es el tiempo! y nos permite diferenciar. Mirar atrás y contemplar lo que somos ahora nos deja ver lo que fuimos y en lo que nos hemos convertido. 
Educar es diferente, es apasionante, es un reto que a veces puede con una. Pero a pesar de las dificultades es divertido y hasta excitante. Es ir modelando a ese niño, sirviéndoles de guía, es enseñarle la vida, mostrándole sus recovecos, los buenos, los malos y también los regulares. Es disfrutar de manera distinta, comenzar a verle más como a un igual que como a un ser dependiente de ti. 
La crianza da paso a la educación y todo ello crea un amor que crece imparable. Porque puedo decir que cada día que pasa le quiero más.
Cada fase es única, irrepetible y maravillosa. Pero, no sé por qué, las madres siempre anhelamos el criar. Será porque nos hace únicas, porque las hormonas nos invaden y nos nublan el juicio o vaya usted a saber por qué. 
Quizá sea un sentimiento sólo mío, por quedarme con las ganas, por ese querer y no poder. Por eso os pregunto, a todas vosotras que sois madres de dos... o más. ¿Es cosa mía?, ¿anhelais criar?