Revista Opinión

¿Crisis económica? Ojalá sólo fuera eso

Publicado el 30 noviembre 2014 por Javiersobrevive

confucioEstoy, como se dice vulgarmente, alucinando en colores, no doy crédito al nivel mental de cierta gente, de demasiada por lo que se ve. Pero esta vez no tiene nada que ver con la política, no, esta vez tiene que ver con el fútbol. Ya el hecho que personas adultas se peguen me parece ridículo, pero que personas adultas se peguen, o ni tan siquiera se insulten, por ser aficionados de uno u otro equipo de fútbol me dejan noqueado y también triste.

Me dejan noqueado porque leer la trifulca montada entre seguidores del Atlético de Madrid y el  Deportivo de la Coruña ya es para no dar crédito. Pero leer que al hombre aficionado del Deportivo, que de momento está en estado crítico, después de golpearle de manera salvaje le tiraron al río Manzanares en pleno Noviembre es como para que a una persona normal se le salgan los ojos de las órbitas, es para que todos nos lo hagamos mirar, es muy triste.

¿Pero que está pasando? ¿Cómo vamos a ir bien en el resto de asuntos de la vida cuando se leen cosas como estas? Pero, ¿como es posible que haya tanto gilipollas y tanto anormal suelto? Esto no es una excepción, si ya se que hacía mucho tiempo que no había reyertas de este tipo en el fútbol, pero vamos a extrapolarlo al resto de nuestras vidas, ¿a que no sorprende? Nos estamos acostumbrando a barbaridades de este tipo y casi no nos estamos dando ni cuenta.

El viernes pasado, que si que fue un auténtico black friday, por la mañana nos enteramos que un padre había matado a sus dos hijos pequeños a golpes, por la tarde nos enteramos del asesinato de una agente de policía a manos de un atracador. Leemos esto y pasamos página y, ahora que hay redes sociales, nos damos más cuenta de lo poco que, en general, importan estas cosas, continuamos con nuestras vidas como si nada. Nos hemos convertido en unos seres que parecemos más agua que otra cosa, incoloros, inodoros e insípidos. Y aún peor, hay gente que por ganar una cierta notoriedad, o más bien porque no pueden ser más asquerosos, se alegran, por ejemplo, del asesinato de la agente de Vigo. Si, lo digo por ese bicho, que no persona, que resultó ser tesorero del PSOE de Alcantarilla.

Que no, que no todos los problemas están en los políticos, que hay muchos que están sólo en nosotros. Está en cosas tan simples como ceder tu asiento del autobús a una anciana, y eso hoy por hoy no lo hace casi nadie de menos de treinta años, es triste pero es así. Y esa simpleza, que parece que no tiene tanta importancia la tiene, vaya si la tiene. Vamos a la nuestra, si mañana el aficionado del Deportivo tiene la desgracia de fallecer el impacto no durará ni un día, un simple partido de fútbol o un “Sálvame” un poco polémico provocaría que todos nos olvidáramos.

Después sólo hablamos de lo corruptos que son unos, o lo malos que son otros. La típica frase de las madres “mi hijo se hizo drogadicto por sus amistades”, pues no recomendaría yo a mis hijos la amistad del hijo de esa señora. El caso es que siempre olemos la basura que van dejando los demás, pero nunca nos damos cuenta que a veces nuestra propia basura tiene un olor mucho más insoportable. ¿Crisis económica? Ojalá sólo tuviéramos crisis en eso.

Es importante darle más importancia a eso que se les llama principios y valores, eso que parece que se ha quedado tan anticuado y ahora no están de moda. Ahora los principios son finales, porque lo más importante es el fin que pretendamos importando bien poco los medios que utilicemos. Hace poco yo discutía con un votante y defensor del PP acerca de mis críticas a Rajoy, sobre todo a partir de la no modificación de la ley del aborto. El me venía a decir que eso, de momento, daba igual y que lo importante era salir de la crisis económica. Si a mi alguien me miente, con todo lo que ha mentido Rajoy, es que para empezar carece de principios, ese personaje ya no me vale aunque mañana España se convirtiera en la primera potencia mundial. Los principios y los valores son gratis, no cuestan dinero, el mero hecho de ponerles un valor económico ya denota una evidente falta de principios y de valores.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas