Crisis emocionales: momentos para transformarse o conformarse

Blog de Ayuda Psicológica en Línea

¿Alguna vez has sufrido una crisis emocional? la mayoría de personas en algún momento de su vida han tenido que enfrentar un gran desafío, tal vez una situación inesperada donde no había tiempo para reaccionar, o una época en la que todo parecía cuesta abajo.

Problemas que no pueden resolverse sin ayuda, no se sabe a quién recurrir y tampoco si esa ayuda servirá de algo, son estas experiencias las que definen lo que llamamos crisis emocionales.

¿Qué es una crisis emocional?

Es un estado transitorio de afectación emocional, cognitiva y conductual, caracterizada por la incapacidad de la persona para tomar decisiones y resolver problemas.

La teoría de la crisis hace referencia a que todas la personas pueden ver afectado su equilibro emocional debido a acontecimientos inesperados o cambios drásticos, donde la solución del problema se torna demasiado compleja, o se percibe como irreparable.

Tipos de Crisis Emocionales

Las crisis emocionales son circunstanciales, por lo que siempre habrá un evento que las detone, y pueden tener su origen en el entorno (condiciones externas) o en la percepción personal (condiciones internas), en ambos casos son producto de una sensación de indefensión.

Crisis por condiciones externas

Son aquellas que surgen como consecuencia directa de un acontecimiento ajeno a la persona. Ejemplos de crisis emocional por condiciones externas:

• Catástrofes naturales
• Escenarios bélicos
• Delitos y actos terroristas
• Familiar fallecido o desaparecido
• Accidentes y enfermedades
• Acoso, discriminación, bullying, moobing
• Despido, Desempleo
• Problemas legales

Crisis por condiciones internas

Estas crisis no dependen de los hechos, sino de sensaciones subjetivas, es decir del significado que cada persona le atribuya a su experiencia. Ejemplos de crisis emocional por condiciones internas:

• Crisis existencial
• Crisis de identidad
• Crisis vocacional
• Crisis de consciencia (espiritual, religiosa, ideológica)
• Crisis de pareja (sentimental)
• Crisis del desarrollo (en la niñez, adolescencia, adultez, vejez)

La crisis emocional y sus etapas

Para Horowitz las crisis emocionales se desarrollan en un proceso de 5 fases que se dan como respuesta a circunstancias que suponen un riesgo:

1. Desorden: dificultad para organizarse y tomar decisiones son las reacciones más comunes al impacto inicial.
2. Negación: sirve para aminorar los efectos del impacto, consiste en fingir que nada ha pasado o no pensar en lo que sucedió.
3. Intrusión: se caracteriza por sentimientos dolorosos, imágenes trágicas y pensamientos recurrentes sobre el evento.
4. Translaboración: se da cuando se identifica y desahoga el dolor expresando los verdaderos pensamientos, algunos logran hacerlo de forma natural, pero la mayoría necesitará ayuda psicológica.
5. Terminación: consiste en la comprensión e integración de lo sucedido, luego de identificar el problema y desahogarse la persona puede iniciar el afrontamiento y la reorganización.

Los síntomas de las crisis emocionales

Las crisis emocionales se dan como resultado de un problema para el que no se está preparado y cuya solución no puede postergarse (Halpern), lo que genera estrés y desorganización, y se hacen visibles a través de los siguientes síntomas:

1. Agotamiento y cansancio
2. Sensación de vulnerabilidad y desamparo
3. Confusión
4. Inadecuación
5. Ansiedad
6. Enfermedades físicas / somatizaciones
7. Bajo rendimiento laboral
8. Desorden en el rol familiar
9. Descuido de las relaciones personales
10. Participación social nula o mínima

¿Cuánto dura una crisis emocional?

Las crisis emocionales son temporales, es decir no son permanentes y están limitadas en el tiempo, para Caplan tienen una duración aproximada de 45 días, sin embrago su permanencia depende concretamente de 3 factores:

1. La complejidad del problema
2. Los recursos del individuo (psicológicos, físicos, económicos, etc.)
3. La ayuda disponible (familiar, profesional y de asistencia social)

Cómo superar crisis emocionales

El primer paso para superar una crisis emocional es lograr un afrontamiento efectivo, su objetivo es mantener el control en tantas áreas como sea posible y alentar los esfuerzos para seguir adelante:

Afrontamiento de la situación

1. Pedir la ayuda de otros
2. Explorar el conflicto
3. Descomponer el problema en fragmentos manejables

Afrontamiento emocional

4. Desahogar los sentimientos negativos y positivos
5. Controlar las reacciones en la medida de lo posible
6. Identificar los detonantes de fatiga y desorganización

7. Confiar en uno mismo, cultivar un optimismo básico en la obtención de resultados.

La clave del afrontamiento es desarrollar habilidades y opciones de solución que permitan afrontar la crisis, de modo que sus efectos se contengan y disminuyan.

Las sensaciones subjetivas como tristeza, soledad, inadecuación social, etc., pueden dar pie a recaídas, se necesita de un trabajo constante en la “forma de ser y pensar” para afrontar una crisis y superarla.

Atención psicológica de la crisis emocional

En ocasiones la contención del estrés se torna incontrolable, incluso siguiendo las medidas de actuación básicas, en estos casos recibir ayuda profesional es indispensable.

En un tratamiento psicoterapéutico el profesional hará uso de 3 herramientas:

• Escucha y evaluación: se explora el problema, se identifican los síntomas y se evalúan los riesgos.
• Contención y seguridad: técnicas psicológicas para gestionar las emociones y lograr que la persona se desahogue.
• Posibles soluciones: Explicando al afectado las implicaciones de su padecimiento, el tratamiento, pronóstico y el plan de acción.

El plan de acción requiere de la colaboración activa por parte del afectado, ya que si bien en las primeras sesiones el psicólogo brinda las herramientas para la contención de la crisis, el compromiso del afectado resulta imprescindible para mantener el resultado a largo plazo.

La colaboración incluye el estar dispuesto a hacer algunos cambios y el deseo de lograr resultados duraderos y no sólo de momento.

Detener o negar el diálogo de lo que nos sucede y como nos sentimos no es un error, puede ser beneficioso como primer paso, pero sólo se puede superar una crisis emocional mediante la disposición a moldearse a uno mismo, regulando nuestras emociones y pensamientos de forma continua.

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