Este viernes se supo que el gobierno de Nicolás Maduro retiró u$s383 millones de las reservas internacionales depositadas en el Fondo Monetario Internacional (FMI) en abril.
El retiro de esos fondos para cubrir el pago de importaciones no solo significa un mal signo para los inversionistas, sino que también afecta la fortaleza del bolívar y contribuye a que se dispare el dólar paralelo, que el viernes cerró en 305 bolívares.
En diálogo con El Nacional, el economista Ronald Balza comentó que el Banco Central de Venezuela optó por operaciones poco convencionales cuando hay otras con mayor impacto, como detener las transferencias al Fondo de Desarrollo Nacional. “En momentos en que empezó a caer el precio del petróleo tenían que haberse detenido los traspasos“, señaló.
En la misma línea, el también economista Francisco Ibarra afirmó que lo que ocurrió con los DEG no es un buen signo para los inversionistas: “Es obvio que hay serios problemas de liquidez de divisas que el gobierno no ha querido afrontar y busca medios alternativos”.De acuerdo con lo que informa la página oficial del FMI, los recursos que forman parte de los denominados derechos especiales de giro -que a su vez conforman parte de las reservas internacionales de la nación- fueron extraídos en abril de 2015.
El Banco Central de Venezuela (BCV) contabiliza en las reservas internacionales las tenencias que mantiene el país en el organismo multilateral y ahora el dinero queda disponible en los activos líquidos que administra el emisor, coincidieron analistas consultados por Reuters.
Según consigna El Nacional, en marzo de 2015 existían en esta cuenta 2,25 mil millones de dólares en derechos especiales de giro (DEG), calculados al tipo de cambio promedio de 1,38 dólares. Luego del retiro realizado por el gobierno venezolano, la posición en divisas en DEG cerró en 1,9 mil millones de dólares. Un dato importante es que no hay registro de que el país hubiera sustraído recursos de esta cuenta en los últimos 15 años.