Revista Espiritualidad

Crisis saludables

Por Tara


    CRISIS SALUDABLES   Si hay desapego y receptividad a las transformaciones, los estados de crisis se vuelven elemento de elevación de la consciencia. No obstante, si no hay esa apertura, se puede hasta retroceder al entrar en ellos.   Una crisis puede desencadenar procesos intensos. Principalmente cuando es hora de que el ser realice la parcela del Plan Evolutivo que le cabe, las crisis actúan en el sentido de disolver los proyectos humanos que podrían impedir que dé los pasos necesarios. Si aun así, él insiste en vitalizar esos proyectos, poco o nada se puede esperar de su participación en ese Plan.   Frente a determinadas crisis, el silencio es la actitud más indicada. Silencio de opiniones, de pensamientos, de juicios y de análisis. En silencio, el individuo puede reconocer, con menos interferencias, el rumbo que le corresponde tomar. Las percepciones van cambiando, la comprensión se amplía. El silencio auténtico es el prenuncio de expansiones de la consciencia que traen mudanzas en el modo de estar delante de ciertas tareas y situaciones.   Bendita crisis que os hace reconocer la pequeñez de la naturaleza humana y vuestra aparente incapacidad frente a las más simples actividades. Habiendo llegado el momento de que trascendáis las potencialidades materiales  de que seáis impregnados por la energía de núcleos profundos, se vuelve necesario romper las estructuras del ego, los puntos en los cuales él se sustenta, y disipar las ilusiones respecto de lo que es externo, sensorial y visible.   No obstante, cuando os es dada una oportunidad ascensional, también existe la posibilidad de que retrocedáis. Esto es inevitable, forma parte de la coyuntura terrestre. Por lo tanto, es necesaria la determinación de proseguir; saber que vuestra vida no es aquilatada por hechos humanos, sino por la luz que vuestro ser irradia silenciosa y ocultamente – y de la cual tenéis poca consciencia.   Además, debéis tener la meta clara, lo cual permitirá caminar con rectitud por el estrecho sendero que vuestro ser escogió. Y recordad: humildad, comprensión y servicio – tres claves, tres cualidades, tres atributos que han de ser reconocidos, aplicados y desarrollados por vosotros.   Se puede afirmar que es en la batalla donde se adquiere experiencia. Sin embargo, el ser enseguida descubre que la batalla real a ser trabada es con las fuerzas retrógradas que aún abriga en sí mismo. En esa lucha, es un excelente principio que él permita que la energía interna sea el guerrero, en lugar de querer actuar por cuenta propia. Y, muchas veces, es en un fracaso aparente donde se vence la verdadera batalla.   A propósito de esto, se puede narrar un episodio inspirador: en una encarnación pretérita, dos hermanos se dirigieron, en el plano físico, hacia el desierto de Gobi, en el Oriente, con la intención de encontrar Shamballa (Centro regente del planeta en la etapa que terminó el 8.8.88), la ciudad sagrada. Uno de ellos inició esa  hazaña movido en parte por la ambición espiritual, en cambio el otro tenía ideales más puros. El primero desencarnó en el camino, en una tempestad de nieve típica de las regiones asiáticas, y no logró atravesar los portales que buscaba, mientras que el segundo llegó a Shamballa y, en el plano físico-sutil, fue acogido por la Hermandad.   Siglos más tarde, con el traslado de las Jerarquías de Shamballa hacia Occidente (más precisamente al Cono Sur), ellos volvieron a encontrarse, pero esta vez lo hicieron en Erks, otra ciudad sagrada existente en los niveles sutiles del planeta. Allí, percibieron que formaban parte de una misma coyuntura, aunque en el pasado se hubiesen encaminado hacia destinos aparentemente diferentes.   Fuente: A los que Despiertan, de Trigueirinho


Volver a la Portada de Logo Paperblog