Revista Opinión
Crisis terminal/ el monstruo agoniza
Publicado el 30 abril 2017 por James Nightingale @atracoalpuebloCRISIS TERMINAL / EL MONSTRUO AGONIZAMi país sufre la peor crisis de su historia. Como en toda dictadura de izquierda, el gobierno aglutina todo el poder en manos de una sola persona, quien amparada en un ideal, esclaviza, tortura y asesina a sus ciudadanos. Cualquier forma de dictadura, de derecha o de izquierda, es repudiable pero las dictaduras de izquierda son mucho más atroces, pues con sus argumentos humanitarios, y omnicomprensivos logran mantener a la población sometidos bajo engaño –manipulados- por largos períodos de tiempo y, normalmente, cuando reaccionan es porque la realidad sobre pasa cualquier ideal o aspiración romántica dejando países devastados y sociedades completamente deprimidas. Los teóricos de la revolución de pacotilla que nos enluta día a día, crearon un monstruo, una idea deforme, ineficaz, injusta, viciada, corrupta, la cual ahora los importuna y tal como en la famosa historia de Frankenstein, dicho esperpento resultó un cúmulo de fracasos, y ya casi los destruye dejando a nuestra patria mal herida
El régimen venezolano es una muestra concentrada de las dictaduras socialistas del siglo XXI. Con el Intergaláctico se inició un retroceso democrático que colapsó con el Madurismo/Diosdadismo por la falta de moral y de consistencia discursiva, pura labia violenta y amenazante es lo que sale de sus fauces.
Desde que desdichadamente Nicolás Maduro llegó a la presidencia de Venezuela, se ha violado las constitución más de 300 veces, según estudios elaborados por conocidos abogados constitucionalistas; la familia presidencial se ha visto seriamente comprometida con el tráfico internacional de drogas, apoyada por una cúpula militar conocida como el Cartel de los Soles, dirigido por el segundo hombre más poderoso del país, el Tenientico Diosdado Cabello Rondón, que son los más radicales del régimen y se niegan a aceptar la constitución de la patria si ello implica perder sus privilegios y su salida del poder.
El máximo Tribunal de la República ha dado sustento al desconocimiento del Poder Legislativo nacional, electo por más de 14 millones de venezolanos y el resto de los poderes públicos ha mantenido un silencio cómplice e igual de criminal que el del Poder Ejecutivo. El Consejo Nacional Electoral, siguiendo instrucciones a cambio de mucho dinero, se niega a realizar las elecciones ya vencidas según la Constitución, como las de gobernadores que debieron realizarse el pasado diciembre, impidió el revocatorio, también constitucional y ahora manteniendo ilegalizados a todos los partidos políticos de oposición. Por su parte el Poder Moral (calificativo que les queda grande), sigue el juego antidemocrático inhabilitando y apresando ilegalmente a los disidentes. Para la mayoría de los integrantes de Poder Moral la ruptura del hilo constitucional cometida por los magistrados del Tribunal Suprema de Justicia, no es una falta grave, ni requiere una investigación, como tampoco lo es la violación de los derechos humanos de quienes no tienen alimentos, medicinas, servicios públicos y que salen a manifestar siendo reprimidos brutalmente con armas de fuego y sustancias tóxicas. Tampoco se ejercen acciones frente a la violación masiva de los derechos políticos de los venezolanos que piden un cambio democrático y electoral.
Si en algo puede destacar el narcorégimen es en la rapidez con la que destruyó el país más rico del continente. Destaca por tener una sistema en el que concurre todo lo malo del mundo: frente al pregonado socialismo seguimos teniendo grandes capitales acumulados en manos del grupo de corruptos y enchufados, no hay libertad de expresión, ni seguridad, no tenemos un desarrollo educativo, teconológico, industrial o deportivo, el hampa ha alcanzado todos los estratos sociales impunemente, la infraestructura general de la nación está destrozada, el campo abandonado y las riquezas naturales hipotecadas a gobiernos inescrupulosos a los que no les importa el destino del país y lo peor, lo más duro de todo, las calles teñidas de sangre, dolor y desesperación por la pérdida de valores ciudadanos.
El despertar del pueblo venezolano llegó y es irreversible. El espíritu de cambio se alimenta con cada bomba lacrimógena, con cada muerto, con cada detenido del régimen opresor. El pueblo de Venezuela desnudo y con manos arriba, se enfrentan a la fuerza de las tanquetas blindadas que “reparten paz” (la paz de los sepulcros), en lugar de defender la soberanía y la constitución. Pero cuanta mayor es la represión mayor es la convicción y la resistencia. La farsa y doble moral de la boca para afuera cuando dicen que no les importa el “que dirán” internacional y por otra parte haciendo fechorías criminales infiltrados en las marchas y protestas para quedar como víctimas de la supuesta violencia opositora
Mi pueblo ha aprendido la más dura de las lecciones de la historia republicana y es muy difícil que abandone las calles hasta que se restablezca el orden constitucional y se escuche su voluntad. Estoy seguro que los militares que no están comprometidos con la cúpula o el narcotráfico están a un paso de asumir el rol que les corresponde para devolver la democracia a todos los venezolanos, sin que eso pueda considerarse golpe de estado porque lo harán en estricto apego a la Constitución de la República.
La comunidad internacional y todos los venezolanos estamos apretando el paso para deponer como sea a los rufianes más perversos de nuestra historia, los que están dando la pelea en territorio patrio y los que nos tocó dejar la patria y dar testimonio ante el mundo de la crisis que atraviesa nuestra amada Venezuela. Para la reconstrucción de la patria hacemos falta todos, civiles, militares, políticos, empresarios, trabajadores, obreros, profesionales, ¡Tiemblen los narcorrevolucionarios! porque ni las ideas, ni el sentimiento desaparecen con la fuerza de las armas , la represión y los atropellos . Ya les llegó la hora de rendir cuentas al pueblo que sin duda, les está demandando por sus abusos e ineficiencia. Sin duda estamos presenciando la agonía, los últimos estertores del monstruo chavista.
Desde mi exilio forzado , sigo sufriendo con mi pueblo y luchando con lo único que me queda MI PLUMA y PALABRA.
José Gregorio Briceño TorrealbaEl Gato Briceño
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