Revista Opinión
"El lenguaje es la trampa. Por eso cuando nos lamentamos de nuestra baja productividad ocultamos que aquí todos queremos "colocarnos" en lugar de trabajar en serio, todos aspiramos a ser los funcionarios que luego criticamos por el "cafelito". Por eso admiramos secretamente -de cara a la galería también nos escandalizamos- la picardía de los corruptos a los que no dejamos de votar... Cada uno busca su pequeño interés, su parcelita de poder y placer pero se presenta como "solidario y avanzado". Hablamos de fomentar la "educación y la innovación" pero no urgimos a los gobiernos a que desmonten el endogámico sistema de "homenaje e investidura" que rige en la universidad ibérica. Cuestionamos el despilfarro público pero a mí que me pongan un AVE y una facultad a la puerta de casa, en Daroca, en Catalatuyud o en Torrelapaja. Criticamos a los partidos pero no exigimos listas abiertas, auténtica participación ciudadana. Especulamos sobre el cambio de gobierno, incluso de Rey, mas no valoramos hasta qué punto hay que cuestionar un edificio político válido para la Transición pero que se resquebraja en el siglo XXI". ("Crisis u oportunidad", de Jaime Miñana).