Santa Cristiana de Dendermonde, virgen. 26 de julio y 7 de septiembre, traslación de las reliquias).
Vivió en el siglo VII, y la referencia más antigua a ella aparece en el "Libro de los Santos" de los monjes de Ramsgate. Fue hija de los reyes escoceses Migram y Marona y era pagana como sus padres. Un día, siendo ya una joven, pasó un mendigo por el castillo de sus padres y le pidió a la muchacha una limosna "por amor de Cristo". Ella, intrigada, le preguntó al pobre "Cristo, ¿quién es ese?", y este entonces le explicó la doctrina cristiana, la redención de Cristo y otros misterios de la fe. Además, le envió a preguntar a un presbítero que vivía como ermitaño en el bosque, para que este la instruyera. Luego de esto, el mendigo despareció, pues era un ángel.
La princesa fue al bosque, recibió instrucción cristiana y luego fue bautizada, tomando el nombre de Cristiana. Luego de esto, quiso consagrarse a Cristo y sus padres, aunque permanecieron en el paganismo, le dieron su permiso. Entonces Cristiana cruzó el mar y se instaló en la antigua Ticlivinnum, actualmente la belga Dikkelvenne. No consta cuantos años vivió como ermitaña, pero a su muerte, fue sepultada en su misma ermita y sus restos venerados por los lugareños. Como suele pasar, pronto los milagros se hicieron presentes y el culto fue a más. Sobre la ermita se construyó una bella iglesia. En el siglo IX las reliquias fueron trasladadas a la Colegiata de Nuestra Señora, en Dendermonde, donde su culto continúa hoy en día.
A 26 de julio además se celebra a
Santa Ana, madre de la Virgen María.
Santa Pompeia (Alma), viuda y eremita.
Beata Camilla Gentili, mártir.