Cinco mujeres que trabajaban para un grupo misionero cristiano fueron secuestradas y violadas por hombres que filmaron el crimen, recibieron la policía en el este de India el viernes pasado (22).
La AFP informó que las mujeres estaban realizando una pieza con el objetivo de aumentar la concientización sobre el tráfico de personas, lo que es un gran problema en la India, en el distrito de Khunti, en el estado de Jharkhand, cuando fueron secuestradas por hombres que no fueron identificados.
Los agresores, que violaron a las mujeres bajo la mira de una arma, habrían filmado sus acciones en un video. El policía Rajesh Prasad dijo que las mujeres trabajaban para la organización no gubernamental Asha Kiran, que es apoyada por un grupo misionero cristiano local.
Prasad explicó que la policía está cuestionando varias personas, incluidos los defensores del movimiento contra Pathalgadi. AV Homkar, otro policía, dijo que Niraj Sinha, de la BBC Hind, que las mujeres se dirigía a una escuela misionera local después de realizar su pieza sobre tráfico humano.
“A la misma hora, algunas personas armadas llegaron a la escuela, que secuestraron a cinco niñas de su equipo y las llevaron a la selva, violando a ellas. Dedicamos a tres equipos de policías para interrogar a varias personas”, dijo Homkar.
“Todavía estamos procesando lo que pasó”, dijo Rajiv Ranjan Sinha, de la Red Jharkhand Anti-Tráfico. “Esta es la primera vez que los trabajadores de campo son blancos, ahora es más difícil trabajar con esta cuestión”, agregó, según informó NDTV.
Cerca de 40 mil casos de violación se registro en la India en 2016, muchos de ellos involucrando a chicas jóvenes, lo que provocó indignación pública y demandas para la policía más para proteger a mujeres y niños de los agresores.
Los cristianos, incluso muchas mujeres, fueron algunos asaltos terribles en lugares rurales en la India debido a su fe. A principios de esta semana, una estudiante de 22 años reveló cómo ella y su madre fueron perseguidas, arrastradas y golpeadas por radicales hindúes en su aldea natal, siendo informadas de que, como cristianas, no fueron más bienvenidas.
La mujer, identificada como Bahía en un artículo de las Puertas Abiertas, dijo que los radicales hindúes “amenazaron con violarme y matarme” si ella volviese a casa. “La situación en la aldea aún no ha sido resuelta, quiero pasar más tiempo aprendiendo sobre Dios para que un día pueda volver con el Evangelio, esa es la promesa que hizo a mi madre”, dijo Bahía.
“Es mi profundo deseo de compartir la palabra de Dios, quiero decir que todos murieron por todos, todos por el pueblo, por la gente en la India y por las personas personas fuera de nuestro país “