El delantero portugués del Real Madrid Cristiano Ronaldo concedió la tradicional entrevista a 'France Football' como ganador del Balón de Oro. "He pasado semanas en las que estaba nervioso. Todos hablaban sobre el Balón de Oro. Si yo iba a ganar, si no, si sería Ribéry…todo el mundo hablaba. Tratabas de no escuchar, pero te dejabas contaminar por el discurso. Incluso mi madre me preguntaba con regularidad ‘¿Vas a ganar?’. Hoy, finalmente, me siento más tranquilo. Y listo para ser aún mejor que el año pasado", dice.
Además, asegura que no se conforma con esto, quiere más: "Es cierto que estoy más tranquilo, pero eso no quiere decir que vaya a dejar de trabajar para estar mejor. Cada año es una historia diferente, no me voy a dormir en los laureles. Quiero un poco más, tanto con el Real Madrid como con Portugal. El Balón de Oro no es un fin en sí mismo, aunque todos los jugadores sueñan con él”.
La recogida del premio: “Fue un momento de gran emoción, sobre todo cuando mi hijo vino a mis brazos feliz. Eso desbordó mi emoción. Y comencé a llorar. Y cuando vi las lágrimas de mi familia, lloré todavía más. Eran lágrimas honestas, auténticas. Francamente, no lo esperaba y en ese instante me sentí muy feliz. Para la gente que no me conoce, debió ser una gran sorpresa verme llorar así, porque siempre me ven serio sobre el terreno de juego. Para los que comparten la vida conmigo saben que soy una persona natural y espontánea”.
El premio: “Hasta dos o tres días después no me di cuenta de las consecuencias de ganar el Balón de Oro. Cuando me dieron el trofeo simplemente disfruté del momento con los míos”.
Carácter: “Como soy natural en todo lo que hago, no siempre se me comprende bien. Sin duda, me he explicado mal cuando he dicho ciertas cosas después de perder un partido. Mi manera de ser ha evolucionado, aunque mi personalidad no ha cambiado demasiado. Siempre quiero mejorar y me pongo presión con eso. Soy muy competitivo y odio perder. Quiero ser el mejor permanentemente tanto en el club como en la selección. Esta es la razón por la que a veces hay malentendidos. Era así en Manchester y también lo es en Madrid”.
La hostilidad: “La noto, sobre todo en los partidos fuera de casa. La forma en que me reciben no es muy agradable. Me insultan… dicen cosas que no me gustan, pero me he acostumbrado. En los últimos tiempos esto ha mejorado un poco. Antes me cantaban cosas como “ese portugués, qué hijoputa es” y ahora “Cristiano, Balón de Plástico. Antes hablaban de mi madre y ahora sólo de mí”.
Las envidias: “Un día dije que algunos me tenían envidia porque era joven, guapo y rico. Fue un error. Hablé después de un partido cuando estaba muy enfadado porque no había marcado. Algunas cosas pueden explicar el hecho de que dijera cosas que no me gustaron después. Como he dicho muchas veces, no soy perfecto. Soy un ser humano hecho de carne y hueso, como todos. Lloro, río y tengo mis problemas. Cuando dije algo que no debía pedí perdón a la gente. Con la edad se aprende de los errores. Maduramos tanto en la vida como en el terreno de juego… La gente me entiende cada vez y se da cuenta de que soy alguien que trabaja muchísimo. Prefiero que se hable de lo que hago en el terreno de juego y no de lo que hago fuera”.
Su vida cotidiana: “No es fácil llevar una vida normal, aunque estoy acostumbrado. Cuando termine mi carrera espero que todo sea más tranquilo y que pueda disfrutar un poco más. Ahora no es fácil. Eso no significa que no pueda salir. Nunca he visto un cartel que ponga ‘Prohibido Cristiano’. Pero imagínese ir a un centro comercial con mi hijo y mi novia y pararnos cada cinco metros para firmar un autógrafo o que nos hagan una foto. Intento evitar lugares públicos y voy más a lugares tranquilos, a restaurantes con una mesa escondida. Tampoco voy a hoteles con quinientas habitaciones, sino a lugares discretos. Intentaré disfrutar más tarde, cuando haya otro Cristiano en mi lugar”.
El día a día: “Me entreno durante tres o cuatro horas al día. A las 9:30 dejo a mi hijo en el colegio, como con mi madre al mediodía y después voy a buscar a mi hijo y me echo la siesta con él para estar seguro de que se duerme. Lo necesita para que crezca bien. Luego, una vuelta por Madrid, un curso de inglés para mantener el nivel que tenía cuando jugaba allí, stretching (técnicas de elongamiento), escuchar música, ir a nadar. Hago bastantes cosas para satisfacer a mi hijo. También me someto a sesiones de masaje y por la noche, a veces, voy a cenar a la ciudad. Me voy a dormir lo más pronto posible para estar bien al día siguiente. Para mí la recuperación es esencial. Cuando tengo tiempo libre, me gusta viajar par desconectar mi espíritu del ambiente de trabajo”.
La recuperación hasta las cuatro de la madrugada tras un partido: “Sí, pero cuando tú juegas cada tres días estás obligado a hacer eso si quieres estar al 100 por 100 cada partido. Los pequeños detalles marcan grandes diferencias”.
Trabajo: “Sé que si trabajo mucho y tengo mucha ambición seré el mejor en el terreno de juego. Siempre me he considerado un tío profesional. Es mi cultura. Siempre he aprendido mucho de los demás, de Gary Neville o Ryan Giggs en el United, de Raúl y Michel Salgado en el Madrid, y de Figo, Rui Costa, Deco y Fernando Couto en la selección. Ser buen profesional es un 70% del éxito de un jugador”.
Solidaridad: “Es verdad que intento ayudar a los demás. Jorge Mendes (su agente) también lo hace. Es algo que no me gusta divulgar. Si haces una buena acción no necesitas gritarlo a los cuatro vientos, pero procuro ayudar a los demás. En este momento cuatro o cinco niños tienen problemas muy graves. Es una situación sensible de la que no me gusta hablar. Me educaron así. Mi padre y mi madre siempre me dijeron que si ayudo a alguien Dios me lo devolverá. Dios me ha dado todo: salud, una familia magnífica, éxito… Todo lo que puedo hacer fuera del terreno de juego me ayuda. Soy un privilegiado. No olvido de dónde vengo, mis raíces y mis amigos de la infancia”.
Messi: “Por supuesto que la competencia me ayuda a ser mejor. Pero no sólo con Messi, también con otros jugadores de alto nivel como los que veo en la Premier y en otros campeonatos:Luis Suárez, Iniesta, Neymar, Bale, Diego Costa o Falcao. Su nivel de juego mejora y yo también voy a mejorar. Messi y yo estamos en la misma competición. Los dos queremos lo mejor y nos ayudamos a superarnos”.
Balón de Oro: “Estoy contento, pero lo más importante son los títulos colectivos. El Balón de Oro es un trofeo individual y quería ganarlo. También Ribéry y Messi. Si los títulos me permiten tenerlo, genial. Pero si no me lo hubieran dado, sería el mismo hoy”.
Pelé: “Recibir este trofeo es especial y si te lo entrega un referente en el fútbol mundial, tiene aún más valor. Un verdadero privilegio. Yo admiro a Pelé, al jugador que fue y sus valores humanos”.
La pelea por el Balón: “Había una enorme tensión. Fue complicado hasta que escuché mi nombre. Ribéry hizo un año excepcional y podía ganarlo. Messi, también. Al final fue para mí. Fue un año espectacular, con muchos goles. No sabía que había ganado hasta que Pelé pronunció mi nombre. Mucha gente cree que fui a la gala porque sabía que había ganado, pero todos los años que estuvo en el podio acudí. También se contó que lleve a mi familia porque sabía que vencería, pero recuerdo que han venido tres veces conmigo. Mi hijo viajó por primera vez, pero es que antes era muy pequeño. Me enfadó que se dijera que se sabía que iba a ganar porque aseguro que no es así. De haberlo sabido, hubiera preparado más mi discurso. Mi reacción fue de sorpresa”.
Eusebio y Mandela: “A Eusebio le admiro por todo lo que ha hecho por Portugal y el Benfica. Es un referente que quedará en nuestros corazones para siempre. Y qué decir de Mandela, un revolucionario de este mundo, un ejemplo para todos los seres humanos. Nadie olvidará lo que ha hecho. Por eso debía mencionarles”.
No había preparado nada: “En años anteriores, siempre he dicho que estaría bien hacerlo, pero prefiero guardar todo en la cabeza y ser natural. En Zurich, estaba tan emocionado que he olvidado todo. Esa noche estaba muy cansado. Nunca me duele nada y siempre estoy en forma, pero ese día tenía dolor de cabeza y de espalda. Había tanta presión… Cuando he llorado, todo ha salido. Ahora, cuando corro, me siento más liberado”.
El día antes de la ceremonia: “No estuve nervioso sólo en el partido ante el Espanyol, hacía semanas que estaba nervioso. Todas en las que se ha hablado del Balón de Oro, del hecho de que iba a ganar, no ganar, que sería Ribéry… Todo el mundo lo comentaba. Incluso protegiéndote, intentando no escuchar, te dejas contaminar por el ambiente. Mi madre también me preguntaba de vez en cuanto: “¿Vas a ganar?”. Ahora estoy más tranquilo y dispuesto a ser todavía mejor que el año pasado”.
Alivio o motivación: “Es verdad que estoy más tranquilo, pero no quiere decir que vaya a dejar de trabajar para ser mejor. Cada año es una historia diferente. No me voy a dormir en los laureles. Ya sea con el Madrid o con Portugal, quiero todavía más. El Balón de Oro no es un fin, aunque todos los jugadores sueñen con él”.
Diferencias entre Mourinho y Ancelotti: “Tenemos casi la misma efectividad. Creo que este año el equipo tiene una enorme confianza. Sobre el terreno de juego, no hay muchas diferencias con lo que se hacía el año pasado. Ancelotti lo hace realmente bien. Es una buena persona, un buen entrenador. Estoy encantado de trabajar con él. Y me siento muy bien en el Real Madrid. Todo es posible esta temporada”.
Ancelotti deja más libertad: “Puede ser que hable más conmigo, pero por lo demás, no hay grandes cambios”.