Cristiano Ronaldo fue coronado en Mónaco como el Mejor Jugador de Europa de la temporada pasada por delante de dos jugadores del Bayern Múnich, Neuer y Robben.
La gala de la Champions en el Foro Grimaldi de Montecarlo se convirtió en un homenaje al Real Madrid, el primer y único equipo que ha ganado diez Copas de Europa. El premio a Cristiano Ronaldo, pese a que en la UEFA sostienen que se vota en vivo por 54 periodistas europeos, estaba cantado de antemano. Había síntomas clarísimos que apuntaban en esa dirección. Para empezar lo que Michel Platini había dicho cinco horas antes de esa supuesta votación en vivo: “Creo que entre los tres finalistas hay un claro favorito, el que ha sido el mejor jugador de las competiciones europeas la última temporada, y dos buenos candidatos al próximo Balón de Oro por lo que han hecho en el último Mundial”. Blanco y en botella. De lo que adelantó Platini se sacan tres conclusiones: que Cristiano iba a ser el elegido, que Neuer o Robben serán el próximo Balón de Oro y que los votos de la gala UEFA no se otorgan en vivo y en directo. Salvo que Platini, además de presidente, sea adivino.
Aviso a navegantes al margen, hubo otros síntomas evidentes de que Cristiano apuntaba a ser el vencedor. Para empezar que fue el único de los tres finalistas que llegó vestido para ganar. Mientras que Robben y Neuer optaron por un traje oscuro y una corbata roja, el luso lució un imponente esmoquin de Dolce&Gabanna. El detalle, dado el gusto de Cristiano Ronaldo, podría pasar desapercibido sino fuera porque, además, era el único de los actuales empleados del Madrid que acudieron a la Gala (Gento, Hierro y Casillas) sin el uniforme oficial del club. Si Cristiano tenía bula presidencial para llevar esmoquin en vez de uniforme era porque sabía que iba a ganar. Para cerrar el círculo de los pequeños detalles, resulta que Platini invitó a Florentino a sentarse en primera fila, a su vera y junto al Príncipe Alberto de Mónaco, la máxima autoridad del Principado. Un lugar de privilegio para el presidente del Madrid dado que el sorteo de la Champions iba a convertirse en un homenaje a la casa Blanca que no podía tener otro colofón que el premio MVP de Europa a Cristiano Ronaldo, que lo recibió entusiasmado.