Muchas veces se dice que el dinero y el éxito hacen que los profesionales se acomoden y dejen de ser competitivos. Desgraciadamente es un hecho muy habitual, aunque siempre hay grandes excepciones como el mítico Michael Jordan o mi ídolo Magic Johnson, quienes lo dieron todo por sus equipos y por sus carreras hasta el último día que pisaron una cancha… ¡Incluso después!
La semana pasada vi con mi amigo @raulelsiete, quien te hace saborear todos los deportes por lo mucho que sabe de ellos, el Gran Premio de Sachsenring de Moto GP, donde pudimos disfrutar de otro gran ejemplo, esta vez sobre las veloces ruedas de Valentino Rossi.
Rossi es el piloto que más carreras ha logrado ganar en la historia de los mundiales de motociclismo, record que le arrebató a Ángel Nieto en 2008. A sus 31 años ha ganado nueve campeonatos del mundo, uno en 125cc, uno en 250cc y siete en la categoría reina de Moto GP. Un palmarés espectacular, al que acompaña según la revista GK su novena posición en el ranking de los deportistas mejores pagados de 2010.
Pero es en el 2010, en un campeonato que tiene muy difícil ganar, donde “El Doctor”, como se le conoce en los circuitos, está forjando su imagen de leyenda. El pasado 5 de junio durante los entrenamientos del Gran Premio de Italia de Moto GP, Valentino Rossi sufrió una grave caída en la que se rompió la tibia y el peroné. Tras una complicada operación los médicos estimaron un tiempo de recuperación de al menos dos meses.
40 días ha tardado Rossi en volver a subir a su motocicleta y competir de nuevo en un mundial que no va a poder ganar debido a su lesión. Una imagen impresionante la del piloto italiano en el Gran Premio de Alemania yendo con las muletas hasta la moto, sobre la que no sólo aguantó toda la carrera sino que estuvo a punto de conseguir pódium, pero al final, el australiano Stoner le arrebató la tercera plaza ¡en la última curva! Aún más llamativa era la cara de todo su equipo al verle conducir con la pierna fracturada mientras todos rezaban para que no le ocurriese nada, ya que otra caída podría ser fatal. Sus palabras al respecto han sido “Si puedo hacerlo, ¿por qué no voy a competir?” Es más el italiano no vuelve sólo de cara a la galería, su retorno le ofrece un reto y quiere ganar este campeonato “En 2006 le recuperé 52 puntos a Hayden en seis carreras. ¿Por qué no puedo ahora recuperar 104 en once?”.
La otra cara de la moneda, a mi modo de ver, la pone el “fotografiadísimo” Cristiano Ronaldo y su actuación en el grandioso Mundial de Sudáfrica que ganó nuestra magnífica Selección. En los octavos de final Portugal y España se le vieron las caras. La Roja se enfrentó a un grupo de diez jugadores entregados que pelearon todo el partido y a su divo que estrenaba nuevo look con una cresta, que fue lo poco que se le vio. Más allá de su falta de resultados, que puede ser debida a muchas circunstancias, yo me quede perplejo ante la imagen de Cristiano Ronaldo sentado en el césped, arreglándose las medias tras una pérdida de balón, mientras sus compañeros se mataban a defender, incluso cuando su equipo iba perdiendo y quedaban apeados del Mundial.
¿Es posible que exista un líder sin compromiso? Su actitud que le ha valido todo tipo de críticas en el país vecino, desde las de un mito del fútbol portugués como Figo quien ha dicho que “Para mí, un capitán, independientemente del fracaso o éxito, debe siempre defender al equipo y dar la cara por él”, o el propio seleccionador portugués Carlos Queiroz, a quién Ronaldo acusó de la derrota contra España, “Si el tamaño de la camiseta es demasiado pequeño para alguien no debería formar parte del equipo”.
¡Qué diferencia entre “El Doctor” y CR! ¿Por qué uno se entrega al 100% poniendo en riesgo su propia carrera y el otro no se motiva ni defendido la camiseta de su país en una eliminatoria del mundial? No olvidemos que el palmarés de Ronaldo es muy inferior al de Rossi (a la edad de CR, Valentino ya había ganado 6 mundiales de motociclismo), y en los ingresos seguro que no tanto. Desde mi humilde opinión se trata de una cuestión de profesionalidad, Cristiano Ronaldo es un buen jugador, Valentino Rossi es un gran profesional.
La profesionalidad es una cualidad poco valorada, y mucho menos extendida en el mundo del deporte y de la empresa. Ser profesional implica hacer lo que toca en cada momento, obliga a comportarse con humildad y autocrítica, te hace ser responsable y dar lo que uno puede sin necesidad de tener un jefe que te lo exija. Ser profesional es defender todos tus derechos, pero sin faltar a ninguna de tus obligaciones. Ser profesional es saber sonreír y firmar autógrafos, igual que defender la camiseta de la empresa que te paga. Necesitamos más profesionales en las organizaciones actuales para poder cambiar la forma en la que se hacen los negocios, y para ello tenemos que elegir bien nuestros ídolos y modelos cómo Rossi o los miembros de nuestras selecciones de fútbol y baloncesto.
Por eso yo le recomendaría a Cristiano Ronaldo, y a todos los malos profesionales que pululan por nuestras empresas, que vayan a ver al “Doctor”, a ver si aprenden y se les pega algo.
PD.: Ayer, en el Gran Premio de Laguna Seca (USA), Rossi consiguió la tercera plaza y subió al pódium.